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El mensaje tras el rechazo a Dante Mossi: BCIE debe bajar sus costos

Países tienen opciones de crédito más baratas, y no quieren que Daniel Ortega siga recibiendo tantos recursos

El presidente del BCIE, Dante Mossi, saluda a Daniel Ortega en la nueva sede del banco regional en Managua. Foto: Consejo de Comunicación y Ciudadanía

Iván Olivares

3 de octubre 2022

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Cuatro fuentes vinculadas a las instituciones financieras regionales explicaron a CONFIDENCIAL cuáles fueron las razones financieras por las que la LXII Asamblea de Gobernadores realizada el 23 de septiembre en Mérida (Yucatán, México), rechazó el plan de capitalización propuesto por el presidente ejecutivo del Banco Interamericano de Integración Económica, (BCIE), Dante Mossi.

En 2020, pensando en “satisfacer las necesidades de la región”, los dueños del Banco (toda Centroamérica y ocho países más) aumentaron el capital de 5000 millones a 7000 millones de dólares.


En 2021, Mossi propuso pasarlo a 10 000 millones, “para ser un Banco mucho más grande y mucho más fuerte”, que pudiera ofrecer más recursos a sus clientes… aunque eso implica que esos clientes (o sea, los países), tenían que poner más dinero, porque el Banco es una especie de cooperativa financiera.

Los expertos consultados por CONFIDENCIAL, consideran que la razón por la que los dueños del Banco dijeron ‘no’ a Mossi, es porque el BCIE es el más caro de todos los multilaterales a los que pueden acudir en busca de recursos. “Financiarse con el BCIE, siempre es más caro que con el [Banco Interamericano de Desarrollo] BID, [el Banco de Desarrollo de América Latina] CAF, o el Banco Mundial”, dijo el catedrático y exdirector de Costa Rica ante el Banco, Ottón Solís.

El BCIE siempre ha sido más caro, y por eso algunos países no buscan financiarse por ahí. Muchos pensamos que cuando el Banco mejoró su calificación a Doble A, debió redundar en que obtenga tasas más favorables al buscar su propio financiamiento”, y por consiguiente, pueda ofrecer créditos a tasas más favorables, dijo el exdirector ante el BCIE de un miembro extrarregional del Banco.

A modo de ejemplo, recordó que en ocasiones, “México y Colombia piden créditos al Banco, aunque en realidad les resulta más barato buscar los recursos en sus propios mercados de capitales”; o que Argentina, nación para la que el BCIE era “una alternativa nada interesante”, llegó a establecer “algún tipo de operaciones, por razones muy específicas”, entre ellas “para afianzar una relación con el Banco”, al recibir uno de sus préstamos, añadió.

Negocio entre similares

Aunque parece un contrasentido financiarse con el más caro, el experto recordó que “de todos los multilaterales, el BCIE es el más ‘flexible’, porque tiene una gobernanza mucho más débil, así que es más fácil conseguir con ellos lo que se busca, sin tener que someterse a mecanismos adecuados de evaluación, seguimiento y monitoreo”.

Por eso mismo, quienes más acuden al Banco son los países que tienen la gobernanza más débil, y por consiguiente, menor acceso directo a los mercados de financiamiento, añadió.

Un economista que conoce cómo funciona el BCIE, detalló que “a países como Guatemala, con tan buena calificación crediticia, le conviene más buscar recursos en otras partes, no solo en la CAF”, señalando que para aprobar la capitalización que le urge a Mossi, Guatemala tendría que poner 75 millones de dólares -o más- “y no sacará ningún provecho”.

La CAF podría ser, según otro experto que conoce el funcionamiento interno del Banco, la razón por la que algunos países volvieron a rechazar la propuesta de capitalización, explicando que sienten que no es el momento, porque se están integrando a la CAF, lo que implica que tienen que hacer sus propios aportes de capital a ese multilateral.

“Dada la situación actual, la CAF puede tener más éxito y flexibilidad en el manejo de los fondos; los países la están viendo como una nueva fuente que no está maleada, porque se ve mucha corrupción en otros multilaterales. Siendo nueva, hay esperanza de que no se contamine”, argumentó.

Nueve socios del BCIE, (Argentina, Colombia, Costa Rica, El Salvador, España, México, Panamá y República Dominicana), están integrados a la CAF. Honduras fue admitido apenas este mes de septiembre.

Otra refrendada por el experto es que algunos países rechazaron la capitalización, “para que Nicaragua -que es el mayor receptor de los recursos del Banco, tal como lo admite el propio Mossi- no se beneficie más, con los recursos que aportarán entre todos”.

El economista también citó el caso de Corea, nación que entró al BCIE en enero de 2020 “para poder hacer negocios en la región”, pagando 472.5 millones de dólares (datos cortados a 2021) y debe otros 157.5 millones más. En ese caso “¿le vas a pedir recursos adicionales, además de que es posible que el BCIE consiga otro socio que podría competir con los intereses coreanos?”, inquirió.

Segundo “no” a Dante Mossi

El tres de septiembre del año pasado, el organismo multilateral celebró en Tegucigalpa (Honduras), su LXI Asamblea de Gobernadores, donde Mossi presentó su propuesta de capitalizar el Banco, para llevarlo de los 7000 millones en que estaba nominalmente, a 10 000 millones de dólares, con la intención expresa de obtener la calificación Triple A.

La respuesta de la Asamblea fue instruir “a su directorio y la Administración, a elaborar un plan de acción con miras a incrementar el capital”, admitió eufemísticamente esta nota de prensa publicada en el sitio web del Banco.

La propuesta de elevar la capitalización, no menciona el hecho de que al cerrar 2021, el capital real del Banco no era de USD 7000 millones, sino de USD 5162.3 millones, porque los países eligieron pagar en ocho cuotas la parte que les corresponde.

De esa forma, cuando la Asamblea mandó instruir “la elaboración del mecanismo aplicable para avanzar en el proceso de implementación de un noveno incremento de capital”, solo estaba reeditando la respuesta del año pasado, motivada por una serie de razones, en las que, además de financieras hay también personales.

“Creo que hay una ‘energía’ en algunos países, de desconfiar en el manejo de Dante, por los masivos incrementos que ha hecho, en parte, para ganarse a los países y a la Administración del Banco”, dijo el costarricense Solís.

El exdirector del país socio extrarregional del BCIE, también abonó a la tesis de la incomodidad personal con el presidente ejecutivo del Banco, al decir que “Mossi no gusta ni siquiera a los representantes de los países que lo apoyan”, lo que explicaría que votaran en contra, o se hubieran abstenido de hacerlo, durante la cita en el sureste de México.


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Iván Olivares

Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

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