16 de agosto 2022
AA
Cándida Rosa Zúniga Robleto es una nicaragüense capitalina de 34 años que se exilió en España hace tres años y ahora se acogerá a la figura de “arraigo por formación” que hace parte de la nueva reforma en la ley migratoria de España que entró en vigencia este 15 de agosto.
“La reforma viene a dar un respiro a los miles de migrantes nicaragüenses y de otras nacionalidades que se encuentran en España sin poder regularizar su situación migratoria. Aunque tiene como objetivo impulsar la economía y paliar la falta de mano de obra, se demuestra la importancia del extranjero en España”, comenta Claudia Espinal, asesora migratoria en el grupo de autoconvocados nicaragüenses en Zaragoza.
Claudia Espinal exiliada nicaragüense en Zaragoza, España. Antes de 2018 era maestra de filología en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua y en la Universidad Politécnica de Nicaragua. Foto: Cortesía.
España es uno de los principales destinos migratorios para los latinoamericanos y para los nicaragüenses se ha convertido en el tercer principal país de destino, después de Estados Unidos y Costa Rica. Para parte de esta población, trabajar y residir de forma regular será posible gracias a esta reforma, la cual busca solucionar disfunciones y aminorar la burocracia en los procesos migratorios.
Son cuatro las figuras legales que contemplan cambios: una beneficia directamente a estudiantes extranjeros matriculados en centros españoles, mientras que las otras son arraigo por formación, reagrupación familiar y contratación en origen.
Estudiantes podrán trabajar
En el caso de estudiantes extranjeros, quienes cuenten con visado de estudiante podrán trabajar de forma regular hasta 30 horas por semana. Una vez que la persona termine los estudios, puede quedarse un año más sin necesidad de pedir una ampliación de la estancia. Antes la persona tenía que esperar a cumplir una estancia de tres años para obtener un permiso de trabajo.
“Esta es una excelente oportunidad para los nicaragüenses que están (estudiando) o piensan realizar sus estudios en España. A los estudiantes extranjeros se les permitirá compaginar la formación con el trabajo, siempre que no se superen las horas semanales semanales estipuladas”, comenta Espinal.
El arraigo como figura aliada para el migrante
El arraigo por formación es una de “las figuras aliadas para el migrante nicaragüense dentro de esta reforma”, considera Espinal. Está diseñada para aquellas personas que han vivido más de dos años en España y les garantizará una residencia de 12 meses que les permitirá trabajar de forma regular si se comprometen a realizar una formación o capacitación (carreras técnicas) en sectores en los cuales se necesita más mano de obra.
“Muchos de los nicaragüenses que venimos con preparación (profesional) nos limitamos a realizar otros trabajos porque no hemos podido convalidar nuestros títulos. Se espera que estos procesos de formación abran un abanico de posibilidades en el mercado laboral”, menciona Espinal.
Zúniga espera encontrar carreras relacionadas con hotelería o enfermería. “Quiero tener la posibilidad de crecer profesionalmente acá en España”, relata.
Otra migrante nicaragüense, “Yorlenys”, que prefiere no identificarse con su nombre real por temas de seguridad, podrá tramitar su regularización a través del arraigo social, ya que está en condición irregular luego de que las autoridades rechazaron su petición de asilo.
Hasta hace poco, en España existían solo dos formas para regularizarse como extranjero. Una de ellas es el arraigo laboral donde se tiene que demostrar una relación laboral aun si el extranjero ha trabajado sin contrato y cobrado “en negro”, es decir de manera informal.
La otra forma de regularización es a través del arraigo social, a la cual aplicará "Yorlenys", bajo la que se tenía que demostrar tres años de residencia ininterrumpida y, además, presentar una oferta de trabajo con un contrato mínimo de un año. Esta última exigencia se flexibiliza con la nueva reforma, pues el contrato laboral que el solicitante debe presentar ante Extranjería ya no se valorará por su duración como era antes, sino que debe estar adecuado al Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Antes se necesitaba tener 40 horas laborales por semana para aplicar al arraigo social, pero ahora puede ser inferior a 20 horas en los casos que se acredite tener a cargo personas menores de edad o con alguna incapacidad.
“Esta reforma al arraigo social nos beneficia en cuanto a la flexibilidad en los tiempos. Espero que, a través de esta figura, obtenga mi regularización en el país, pueda tener una mejor inserción social, y laborar de manera legal, con contrato”, comenta “Yorlenys” quien se exilió en España hace tres años.
Otra de las figuras de esta nueva reforma es la ampliación y mejora de la contratación de extranjeros en origen, a través de la cual España emitirá una autorización de trabajo para que trabajadores irregulares puedan emplearse nueve meses. Cuando el periodo finalice, el trabajador extranjero deberá regresar a su país de origen y luego, si lo desea, retornar a España.
Si los trabajadores cumplen con este requerimiento, se les premiará con una autorización de residencia y de trabajo de dos años prorrogables con la cual podrán vivir y trabajar en España, aun por cuenta propia.
Además, la reforma prevé actualizar cada tres meses la lista de profesiones en las cuales las empresas en España tienen dificultades para encontrar colaboradores, de manera que les permita contratar a profesionales en origen, es decir de otros países. “La oferta de trabajo desde el exterior puede ser una posible salida para los nicaragüenses o latinoamericanos que andan en busca de trabajo”, expone Espinal.
Otro de los cambios en las leyes migratorias españolas es una modificación a la reagrupación familiar bajo la cual ahora se garantiza un permiso laboral una vez otorgada la residencia. Antes ese permiso laboral demoraba mucho en ser emitido.
Un oxigenante en los proceso migratorios
Hasta el año pasado, España registraba un total de 61 563 nicaragüenses migrantes, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Según la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) del Ministerio del Interior, más de 12 000 nicaragüenses han solicitado protección internacional en España desde 2018, pero solo a 1114 nicaragüenses se les reconoció el derecho, mientras que a 3305 personas se les ha rechazado su petición.
Nicaragüenses en España salieron a las calles a protestar contra lo que consideraron una "farsa electoral" en noviembre de 2021. Foto: Cortesía UNAB
Según la Unión Europea, España es el sexto país con mayor cantidad de migrantes irregulares y hasta ahora se registran más de 30 000 personas con esta condición.
Son muchos los nicaragüenses que están en situación irregular en espera de conseguir arraigo o trabajo. “Yorlenys” describe esta reforma como un oxigenante en los procesos migratorios de miles de nicaragüenses que se encuentran, como ella, en situación irregular o todavía están en “stand-by” migratorio.
“La importancia de esta iniciativa es que se puede tener la certeza de regularizar la situación migratoria en un plazo de seis meses y tener los derechos que posee actualmente un residente legal”, explica Espinal.
Zúniga espera a través de la reforma obtener contratos de trabajo con todas las garantías de ley para que se respeten sus derechos. Poder integrarse a la sociedad española de forma de forma digna es el objetivo de estas tres migrantes nicaragüenses.
