25 de agosto 2022
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José Carlos Zamora, hijo del periodista guatemalteco y director del diario El Periódico, José Rubén Zamora Marroquín —arrestado el pasado 29 de julio—, y la periodista Marielos Monzón, consideran que las acusaciones del Ministerio Público de Guatemala contra Zamora Marroquín, por supuesto lavado de dinero, se trata de “un juicio político para callar las voces críticas del Gobierno de Alejandro Giammattei”.
En una entrevista con el programa Esta Noche, Zamora y Monzón, denunciaron irregularidades en el juicio contra Marroquín y advirtieron que en este momento están en juego “la libertad de prensa, la libertad de expresión y la democracia de Guatemala”.
El Ministerio Público también ordenó el arresto de Flora Silva, directora financiera y administrativa de El Periódico, el pasado 19 de agosto.
El Ministerio Público acusó a tu padre, José Rubén Zamora por lavado de dinero, y él ha rechazado estos cargos afirmando que se trata de una persecución política. ¿Esta acusación tiene un mérito jurídico, o estamos efectivamente ante un juicio político?
José: Es una persecución política y es solo una muestra del ataque sistemático de la Administración del presidente Giammattei a la democracia. El caso no tiene mérito, el caso es sumamente débil. Los indicios son débiles y usan algunos hechos reales, los retuercen, y les agregan pruebas ilegales e indicios débiles. Le montan este caso y lo usan para allanar su casa, para luego detenerlo, y un par de semanas después, ahora el viernes, detienen a la directora financiera de El Periódico. En todo se ha incumplido con los derechos procesales.
¿Tu padre no ha tenido posibilidad de ejercer una defensa legal durante este juicio? ¿Qué pruebas ha presentado la Fiscalía en su contra?
José: Él pudo tener una defensa, hubo finalmente audiencias, pero se llevó al límite máximo que se podían llevar. Por ejemplo, los allanamientos tienen que ser en horas hábiles y el allanamiento inició cinco minutos antes de que se terminara el día hábil. Eso les permitió estar el tiempo máximo que se puede llevar un allanamiento en su casa. Eso (el allanamiento) duró alrededor de seis horas. Luego, lo hacen un viernes por la noche, porque automáticamente eso lo obliga a estar en prisión durante el fin de semana.
El día que llegan por él, si a él lo hubieran llamado y a él lo citan, él hubiera llegado a cualquier audiencia, pero lo llegan a recoger con alrededor de 20 patrullas, con un ejército de la policía. El día lunes, de la audiencia, dicen que no hay transporte para llevarlo de la prisión a los tribunales, automáticamente eso corre la audiencia tres días más.
Han ido utilizando todas las tácticas dilatorias para mantenerlo en prisión. Con la audiencia es lo mismo. Se llevó a cabo la primera audiencia, la defensa hizo un trabajo excelente y logró demostrar que la Fiscalía no tiene un caso, pero de igual forma lo ligan al proceso y le dan el máximo tiempo que puede tener el Ministerio Público para investigar, que son tres meses, y lo dejan en prisión preventiva hasta el ocho de diciembre, cuando a otras personas en casos similares, incluso si hay razones e indicios suficientes para mantenerlos en prisión preventiva, les dan medidas sustitutivas y pueden ir bajo arresto domiciliario a su casa y a él lo mantienen en prisión.
El pasado 19 de agosto, la directora financiera y administrativa de El Periódico, Flora Silva, fue detenida por la Policía de Guatemala luego de allanar su casa de habitación. ¿De qué la está acusando el Ministerio Público de Guatemala?
Marielos: El Ministerio Público la acusa de conspiración para el delito de lavado de dinero, porque a José Rubén Zamora, precisamente, se le está acusando del delito de lavado de dinero. Digamos, como cómplice de esta situación. Pero como dice José Carlos, estamos frente a la criminalización por hacer periodismo.
Esto quiere decir que estamos en Guatemala, ante el uso malicioso del derecho penal como herramienta de persecución y como herramienta de castigo en contra de aquellas voces críticas, pero también en contra de aquellas personas que han abanderado la lucha contra la corrupción y contra la impunidad, que es el caso de José Rubén Zamora. Durante más de 20 años, El Periódico ha sido uno de los medios de comunicación emblemáticos que ha sacado investigaciones, que han arrojado luz sobre temas gravísimos de corrupción o graves violaciones a los derechos humanos.
¿Cuál ha sido la reacción del periodismo independiente en Guatemala precisamente ante las acusaciones y ante este ataque en contra de El Periódico? ¿Existe temor por parte de los periodistas?
Marielos: Hay una gran preocupación por el deterioro de la situación del periodismo en Guatemala. Aquí hay un ataque sistemático a la libertad de prensa, a la libertad de expresión, y también al derecho a la información de la población. Creo que hay temor, zozobra, incertidumbre, pero nos hemos propuesto no callar. Hemos dicho: “este no es momento de callar, es momento de alzar la voz”.
Hemos sido muy solidarios, no solo en el caso de José Rubén Zamora y El Periódico, sino en otros casos de medios y de colegas que han sido apresados. Por ejemplo, en 2013, cinco periodistas comunitarios fueron detenidos ilegalmente y también nos activamos. Ahora estamos promoviendo una iniciativa que se llama “No nos callarán”, que es una red de periodistas de toda Guatemala, que si de algo ha servido esta criminalización, es para demostrar que los periodistas vamos a dar batalla, que las y los periodistas no estamos dispuestos a callarnos.
¿Has tenido la oportunidad de visitar a tu papá desde que fue detenido? ¿Cómo reaccionó ante las acusaciones?
José: Se siente molesto y frustrado. Él sabe que esto es un montaje y una persecución política, lo que también lo hace complejo, porque al final uno está luchando en contra de toda la fuerza del Estado.
Tuve la oportunidad de verlo, aunque es bastante complicado verlo. Las visitas son los martes y sábados, y luego todos los otros días se puede llevar una encomienda, puede ser tal vez un almuerzo, un café, pero todo es muy arbitrario. Las visitas, en el caso de mi papá, las han manejado con arbitrariedad. Puede ser que uno llegue a visitarlo un día y te dicen que no hay visitas para él, y otro día, sí hay visitas.
Pero él está bien, está con fuerza y con ganas de seguir adelante, y creo que él es parte de este gran movimiento de “No nos callarán”, igual que el equipo de El periódico. Admiro a todos los periodistas de Guatemala en general y admiro al equipo de El Periódico y a mi papá en particular, y veo cómo, bajo estas circunstancias, siguen haciendo su trabajo y no se rinden, incluso cuando esto ha impactado a todos.
¿Cuál ha sido la reacción de otros sectores de la sociedad guatemalteca y de la comunidad internacional?
Marielos: Lamentablemente estamos frente a algo que la ciudadanía catalogó como el “pacto de corruptos”, que yo diría que es una alianza pro impunidad. Una parte de la sociedad guatemalteca, estoy hablando de los sectores de poder económico, tanto tradicional como emergente, de los sectores de poder político, que están vinculados a casos de corrupción e incluso de algunos medios de comunicación, como el monopolio de la televisión de Guatemala, que son cuatro canales y un oligopolio de radios, pues están apuntalando a este pacto de corruptos, porque ellos también se ven beneficiados con estos casos, porque son parte de este engranaje de impunidad. Ese es un lado, digamos de la sociedad. Pero el otro lado, las organizaciones sociales, los pueblos indígenas, las comunidades, las autoridades indígenas, los movimientos de mujeres, incluso, los obispos y algunos otros sacerdotes y religiosos de distintas denominaciones, han estado apoyando al periodismo independiente con una sola consigna.
Cuando se ataca el periodismo, no se ataca a las y los periodistas de Guatemala. Cuando se ataca al periodismo, se ataca en primer lugar a la democracia.
En el tema de la comunidad internacional ha habido pronunciamientos sobre todo en el caso de José Rubén Zamora, que es muy conocido.
¿Qué es lo que está en juego en este momento, en este juicio, para el periodismo y también para la libertad de prensa en Guatemala?
Marielos: Lo que está en juego es la democracia. Ya no podemos hablar de que Guatemala es un país democrático. Estamos entrando a una regresión autoritaria gravísima, y eso quiere decir que estamos perdiendo nuestra democracia.
Para Guatemala también está en juego, a través de la captura de José Rubén Zamora, la posibilidad de saber que hay periodismo independiente que no va a ser perseguido. Si el Ministerio Público, los operadores de justicia del organismo judicial que forman parte de este pacto de impunidad, logran su objetivo, vamos a tener un golpe muy duro en cuanto a lo que significa una persecución a un periodista que ha sido emblemático en las investigaciones de corrupción.
Lo que está en juego es el derecho a la información de la población. Nosotros en “No nos callarán”, no solo estamos defendiendo a José Rubén Zamora, a El Periódico, a las y los colegas de prensa comunitaria, a las y los colegas de otros medios independientes o nuestra propia profesión, estamos defendiendo el derecho que tiene la gente de Guatemala a conocer qué es lo que pasa.
¿Cuál es el futuro de El Periódico mientras tu padre está siendo procesado?
José: Es bastante complejo El periódico sin él, porque él ve tanto el lado periodístico, como el financiero, pero creo que algo que ha sido abrumador, de forma positiva, es el apoyo del que hablaba Marielos, de organizaciones a nivel local, de ciudadanos, y a nivel internacional. Ese apoyo es increíble y es muy gratificante ver que gente dentro y fuera del país creen en el trabajo de El Periódico, creen en el periodismo, y sobre todas las cosas, creen en la importancia de mantener un país democrático.
