8 de junio 2022
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Activistas sociales que participaron en el foro “Nicaragua en la Cumbre de las Américas” expusieron la realidad política y social que enfrenta el país bajo el estado policial impuesto por el régimen de Daniel Ortega y afirmaron que las elecciones municipales del 6 de noviembre de 2022 serán iguales a las votaciones generales de 2021: “un proceso sin competencia política, bajo la sombra de la represión y sin transparencia”.
El foro, realizado como evento paralelo a la IX Cumbre de las Américas que se lleva a cabo en Los Ángeles, fue presidido por Amaru Ruiz Alemán, de la Red Local; la dirigente campesina Francisca Ramírez; Ligia Gómez, del organismo Urnas Abiertas; y Alex Aguirre, del sector juvenil de la Unidad Azul y Blanco.
En el evento, los activistas expusieron que la grave crisis de derechos humanos y libertades civiles que se vive en Nicaragua por la represión del régimen y afirmaron tener esperanzas de que su voz sea escuchada por los mandatarios y líderes latinoamericanos presentes en la Cumbre.
"Período de Daniel Ortega no es resultado de la voluntad popular"
Gómez detalló el proceso de demolición de las instituciones democráticas claves para la realización de comicios de elección popular legítimos y transparentes. Urnas Abiertas estableció que el proceso de votaciones de 2021 tuvo un abstencionismo del 81.5%, el mayor en la historia electoral de Nicaragua. El Consejo Supremo Electoral, controlado por operadores del orteguismo, estableció la abstención en un 35%.
“El nuevo período presidencial de Daniel Ortega no es el resultado de la voluntad popular. Es el resultado de un sistema de votaciones ilegítimos que reforzó las medidas coercitivas contra la sociedad, condicionando las preferencias de los votantes”, expresó Gómez.
“Alertamos que las condiciones para las elecciones municipales 2022 están establecidas para que se repitan las mismas irregularidades, delitos electorales y violaciones a los derechos humanos que se dieron en los comicios de 2021”, agregó.
Ruiz, quien además representa al Punto Focal del Foro Ciudadano de las Américas en Nicaragua, remarcó que el estado policial del régimen no ha logrado callar el persistente reclamo por la libertad de los presos políticos y la restitución de las libertades y garantías ciudadanas.
“Nicaragua está presente en la Cumbre de las Américas por medio de sus representaciones de la sociedad civil. Estamos acá denunciando la vulnerabilidad económica que vive el país, el abuso a los pueblos indígenas, el deterioro ambiental que nos afecta a todos y exigiendo la libertad de los presos políticos”, afirmó.
Nicaragua, país protagonista de la migración forzada
Ruiz también enfatizó en la crisis migratoria que vive Nicaragua, provocado por el clima de violencia política impuesto por el régimen y el deterioro socioeconómico del país.
“Uno de los temas transversales de esta cumbre es el tema de las migraciones forzadas. Nicaragua se está convirtiendo en uno de los países que más expulsa población hacia Estados Unidos y es el que más expulsa hacia Costa Rica. Más de 3% de la población nicaragüenses ha sido desplazada”, agregó.
La migración nicaragüense marcó una cifra récord el año pasado, cuando salieron más de 120 000 personas hacia diferentes países, principalmente hacia Estados Unidos (87 530 detenciones de nicas en fronteras estadounidenses). El fuerte flujo migratorio se mantiene en 2022, a un ritmo que sobrepasa los 10 000 nicaragüenses detectados mes a mes, es decir, más de 300 diariamente.
Aguirre se pronunció sobre los más de 150 estudiantes expulsados arbitrariamente de las universidades por la presión del régimen, cuya gran mayoría tuvo que abandonar el país para culminar sus estudios o huyendo de la violencia del orteguismo.
También se refirió a la cancelación de la personería jurídica de 14 centros de educación superior por parte del orteguismo y la confiscación de seis de estos para pasar a ser controlados directamente por operadores del régimen, además del recorte a la asignación de fondos constitucional a la Universidad Centroamericana (UCA)
“En Nicaragua ya no existe ningún tipo de autonomía universitaria ni libertad académica. Se les ha cercenado a los jóvenes el derecho a una educación integral. Además, queremos resaltar la situación de más de 27 jóvenes presos políticos. Se les ha estado torturando y limitando el acceso a medicamentos”, resaltó.
