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Eta y Iota afectaron 15 reservas naturales del Caribe

Los dos huracanas en menos de un mes han provocado daños en reservas naturales del país, zonas que ya llevaban un proceso de desforestación.

Las construcciones en la zona costera de Bilwi destruidas por el huracán Iota. | Foto: Cortesía Radio Caribe Bilwi

Franklin Villavicencio

27 de noviembre 2020

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El paso de los huracanes Eta y Iota por Nicaragua, en menos de un mes, afectó a 15 reservas naturales del Caribe, incluyendo una parte de la Reserva de Biosfera de Bosawás. Juntas, estas zonas representan el 23% de las áreas protegidas y constituyen 905 031 hectáreas de impacto, según un informe de Fundación del Río.

Por su parte, el Centro Humboldt en otro informe, calcula que el 43% de esas áreas se encuentran en un alto peligro de desplazamientos y el 11.9% en peligro medio. Estas zonas “presentan procesos de desforestación y degradación” y más del 30% de ellas son utilizadas para cultivos agroindustriales y pastizales. Estas características, detalladas por dicho centro, las hacen más susceptibles a inundaciones y deslizamientos.


Las áreas donde impactó Iota son: Bosawas, Cerro Kilambé, Cerro Bana Cruz, Cerro Cola Blanca, Alamikamba, Limbaica, Makantaka, Llanos de Karawala, Laguna Layasiksa, Laguna kukalaya, Laguna de Yulu Karatá, Kligna, Yulu, Laguna de Pahara, Laguna Bismuna - Raya; y además la Reserva Biológica Marina de Cayos Miskitos y el Parque Nacional Cerro Soslaya. Esta información fue recopilada por Fundación del Río.

Los daños, aunque no son comparables con los provocados por otros huracanes como Félix en 2007, provocaron diversas afectaciones ambientales como la caída de ramas y árboles, muerte de fauna acuática por poca oxigenación y movilización de fauna.

Amaru Ruíz, director de Fundación del Río, explica que las afectaciones en estas zonas se dieron cuando el huracán ya había tocado tierra y descendió a categoría 1. “No hubo un impacto comparable con los que dejaron huracanes como Otto y Félix, que sí dañaron las reservas, porque (Iota) entró a una zona donde hay procesos de desforestación vinculados a la invasión de colonos”, explica.

Al no contar con “cobertura forestal que sirva como retención”, las repercusiones llegan directamente a la población. Estas zonas, que Ruíz describe como suampos y de poca vegetación, ya han sido afectadas en 2007 por el huracán Félix que luego provocó otros fenómenos como la extracción forestal.

“Entró (Iota) en esas zonas llenas de sistemas lagunares y suampos, y el impacto por eso fue mucho menor en término ambientales”, aseguró Ruiz. No obstante, todavía hace falta evaluar a detalle las afectaciones en zonas elevadas, llamadas pisos altitudinales, donde se suele concentrar bosques.

“Si hubiera entrado, por ejemplo en Indio Maíz, eso hubiera sido un desastre”, reiteró el experto.

23 territorios indígenas afectados

Las afectaciones de Iota también se han hecho sentir en territorios indígenas. Fundación del Río estima que 23 zonas que albergan un total de 294 comunidades conformadas por 147 459 personas se ven directamente afectadas. En suma, son seis territorios de etnia Mayangna, once de origen Miskitu y tres de ambas etnias.

Ruiz afirma que los efectos se han evidenciado mediante el desplazamiento de estas comunidades y el abandono de los territorios. También preocupa la falta de seguridad alimentaria a las que estas familias se verán expuestas.

“Ese impacto generó una pérdida de los procesos productivos, y eso no se recupera al día siguiente. Esos suelos son suelos inundados. No se puede sembrar”, explicó el director de Fundación del Río, que además proyecta que solo un verano seco puede volver a habilitar los suelos, y para ello tendrán que pasar hasta seis meses.

Régimen autoriza "aprovechamiento de árboles caídos"

También existe incertidumbre sobre si tras los huracanes Eta y Iota se intensificaran el acceso a colonos a estas áreas de por sí ya afectadas. El 24 de noviembre, la vicepresidenta Rosario Murillo anunció la firma de una resolución administrativa para “el aprovechamiento familiar de los árboles afectados por los huracanes”.

Esta resolución, presentada por el Instituto Nacional Forestar (Inafor) y el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) la tarde del martes, consta de 15 artículos para que los afectados “accedan” a los recursos naturales.

Para Amaru Ruiz, esta resolución provoca diversas preocupaciones para los ambientalistas. “Ocupar estos recursos y esos bienes naturales para la reconstrucción de viviendas no tendría ningún problema. Sin embargo, tenemos antecedentes como el caso del huracán Félix, que permitieron el aprovechamiento forestal y lo que provocó fueron procesos de desertificación, de árboles que estaban en pie”, reiteró.

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Franklin Villavicencio

Franklin Villavicencio

Periodista nicaragüense con tres años de trayectoria en cobertura de temas culturales y derechos humanos. Ganador del Premio Pedro Joaquín Chamorro a la Excelencia Periodística.

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