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“Hay desesperanza y deseo de cambio, pero no se vislumbra en este momento”

Luis Haug: “La situación política y el temor incide en el deseo de emigrar, pero la gran mayoría se quiere ir del país por razones económicas”

Pobladores de Managua esperan un autobús en una parada en el Mercado Oriental. Foto: Confidencial

Carlos F. Chamorro

31 de octubre 2022

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La última encuesta de opinión pública de la firma costarricense CID Gallup se realizó en Nicaragua entre el 26 de septiembre y el 10 de octubre, a través de entrevistas telefónicas a 1200 ciudadanos mayores de 16 años, con una línea activa de teléfono celular, y tiene un margen de error de +/- 2.8.

“En Nicaragua hay mucha desesperanza y un deseo de cambio, pero este no se vislumbra en este momento”, explicó el director de CID Gallup, Luis Haug, al analizar los resultados de la encuesta, que también confirma el deseo de migrar del 58% de los nicaragüenses, el incremento en el costo de la vida, la creciente impopularidad de Rosario Murillo y Daniel Ortega, y la tendencia abstencionista en las próximas votaciones municipales.


Esta encuesta se hizo entre 1200 nicaragüenses distribuidos en todo el territorio nacional que tienen un teléfono celular. ¿Cómo llegó CID Gallup a estas 1200 personas y cómo logró que respondieran bajo el clima de temor y de Estado policial que hay en Nicaragua? 

La muestra la obtenemos en forma aleatoria, de tal manera que podamos cubrir todo el país y tener una representación de la población adulta, mayores de 16 años, residiendo en Nicaragua. Nuestros ‘call centers’ (están) en Costa Rica y en Panamá y, cuando el ciudadano en Nicaragua está recibiendo la llamada, el prefijo que le sale es de un número en el extranjero. Esto les da bastante confianza para contestar también temas políticos. Los números los escogemos aleatoriamente.

Para llegar a esas 1200 respuestas, ¿cuántas personas tuvieron que abordar y solicitarles si estaban dispuestos a dar una entrevista?
Aproximadamente unas 10 000 personas, o sea, de cada diez llamadas que nosotros hacemos y que logramos hablar con alguien, obtenemos aproximadamente una persona que ya está dispuesta a darnos la entrevista. Otros están ocupados, están en ruta al trabajo, están en estos momentos ya listos para emprender otras actividades y por lo tanto no nos pueden contestar. Es un porcentaje similar a lo que observamos en otros países.

En la encuesta, el 33% dice que Nicaragua va por el camino correcto y el 64% dice que va por el rumbo equivocado. Me llama la atención que cuando se ven los datos de la capital, Managua, el camino correcto baja a 27% y el camino equivocado sube a 70%. 

En estos momentos, el nicaragüense se encuentra muy pesimista. Dos de cada tres ciudadanos consideran que no hay rumbo, que se está yendo más bien por un camino equivocado, donde esto va generando desconfianza, pesimismo.

Entre enero y mayo, el 58% decía que el costo de la vida estaba incrementando, ahora eso subió a 74% en cuatro meses, ¿qué dicen los encuestados?

La percepción de los entrevistados es que el dinero no está alcanzando para el precio de los artículos básicos, para acceder a las necesidades del hogar es cada día más alto y, aunado a la falta de empleo que se está percibiendo en el país y la gran cantidad de personas que están en necesidad de un mejor trabajo, mejores ingresos, hoy en estos momentos a la gente no le alcanza la plata.

El 18% dice que una vez al mes no tiene dinero para comprar comida y la encuesta dice que más del 50% está en una situación de inseguridad alimentaria.

Definitivamente, hay hambre en estos momentos en Nicaragua, el alto costo de la vida está impactando ya directamente en la mesa de los ciudadanos, y vemos que más de la mitad de las personas ya tienen el temor de que en algún momento, a lo largo del mes, no van a tener con qué comer.

¿Esos datos son de las zonas rurales del interior del país o también cubre las principales ciudades?

Lamentablemente, se está dando ya a nivel de país, en la zona rural, en las zonas urbanas, en la misma capital también ya está faltando el dinero para poder cubrir los alimentos familiares.

El 64% dice que la situación económica de su familia está peor que el año pasado, y cuando preguntan sobre la situación económica del país, la respuesta es idéntica, el 64% dice que está peor.

La economía del país, se percibe, está desmejorando. Esto está teniendo un impacto muy directo en las familias, hay un sentimiento de que, mucho de esta desmejora en la situación de la calidad de vida del ciudadano, es debido al alto nivel de corrupción que existe en el Gobierno y que por ello las distintas ayudas o acciones que se pudiera tomar para mejorar la situación actual están impactando en la economía del país.

La encuesta pregunta si pagar una coima permite a los ciudadanos obtener mejores servicios o de una manera más expedita. Sin embargo, las respuestas son divididas. 

Hay variedad de opiniones, pero el pago de la coima está presente en Nicaragua y un número relativamente importante de ciudadanos, y especialmente aquellas con educación superior y residentes en zonas urbanas, tienden a pensar que el pago de estos sobornos va a facilitar el acceso a los distintos servicios públicos.

En resumen, los principales problemas del país, según los encuestados, son falta de empleo (26%); alto costo de la vida (24%); corrupción en el Gobierno (18%); e inseguridad ciudadana (9%). ¿Estas respuestas han sido constantes a lo largo del año o hay algún cambio?

Estamos observando la consolidación de los problemas económicos a nivel de país que ya están impactando directamente a nivel del hogar y también se menciona mucho la corrupción, porque ya la gente está culpando todo esto de las coimas, de distintos pagos que hay que hacer y enriquecimientos ilícitos que se perciben hay en los distintos líderes impactando la economía del país.

El 58% de los encuestados dice que emigraría del país si tuviera los recursos, principalmente a Estados Unidos, Costa Rica, y España. El jueves pasado, por primera vez, Daniel Ortega admitió que en Nicaragua hay un éxodo, pero culpó a Estados Unidos y dice que la gente está emigrando por las sanciones de EE. UU., ¿qué dicen los nicaragüenses en esta encuesta? 

Hay dos razones para querer migrar. Una es que el país de destino atrae al ciudadano, porque la esperanza de una mejor calidad de vida está al otro lado de la frontera, digamos, en Estados Unidos. El otro es cuando el país de origen expulsa a sus ciudadanos porque no les está dando las necesidades básicas. Actualmente, en Nicaragua, se está dando una razón muy importante y es la falta de dinero para poder tener una calidad de vida digna. La gente está queriendo salir porque percibe (que) no hay empleo en el país y –aquellos que tienen trabajo– el ingreso no les es suficiente para poder cubrir sus necesidades básicas y, por lo tanto, se ven obligados a salir a buscar nuevos rumbos. No porque quieren dejar Nicaragua. En la gran mayoría de los casos, cuando uno conversa con ellos, quieren permanecer unidos en sus familias, pero es una necesidad ya de sobrevivencia, tanto para ellos como para poder esperar brindar dinero con remesas a las familias que quedan.

¿Cuánto pesa la situación política, la falta de libertades, y por el otro lado, el factor económico?

La situación política pesa relativamente poco para la gran mayoría de la población. Si hay un grupo, de nivel superior más educado, preparado, de mayor influencia en los distintos medios, que expresa temor y, por lo tanto, razones políticas para querer emigrar. Pero la gran mayoría de la población, especialmente de estratos medios y bajos, son razones económicas las que están exponiendo para sus deseos de salir del país.

El 59% dice que desaprueba el Gobierno de Ortega y el 36% le brinda su aprobación, pero cuando se pregunta qué posibilidad tiene Ortega de resolver los problemas vemos que el 59% dice que es poco o nada probable, y las expectativas de soluciones bajan de 36 a 28%.

Esto va muy correlacionado con el rumbo del país y lo que percibe la gente en estos momentos es que la aprobación del Gobierno de Daniel Ortega es negativa. Dos de cada tres personas están diciendo: no me gusta el trabajo que está haciendo, y va muy correlacionado también con la confianza de que pueda ayudar a solucionar los problemas que están viviendo y, cuando vemos el rumbo de la economía, hay poca fe en ellos.

 

En la evaluación de las personalidades públicas, hay siete presos políticos y entre ellos, seis precandidatos presidenciales que tienen una mejor calificación que Daniel Ortega y Rosario Murillo, y la vicepresidenta es la personalidad que tiene el mayor índice de opiniones negativas. 

Estos índices reflejan el descontento que hay con el Gobierno actual y al mismo tiempo la buena imagen que tiene la oposición y distintos líderes que, previo a las elecciones presidenciales, la gente estaba esperando un cambio, como observamos en los distintos países cuando el rumbo del país es equivocado. Por supuesto, si vamos por un mal camino, qué quiere la población: buscar nuevas opciones, que en estos momentos, lamentablemente, están en la cárcel o con casa por cárcel.

Sin embargo, la personalidad pública que en esta encuesta aparece con una opinión más favorable es Reina Rueda, funcionaria pública, la alcaldesa de Managua. 

Si, la señora Rueda es una persona que se ha visto relativamente neutra con respecto a los temas políticos. Ha estado en inauguraciones, en eventos con una imagen relativamente sonriente, amable, de bienvenida. Mientras otros actores, dentro del mismo municipio, son los que han estado llevando las distintas cargas políticas.

El 51% tiene una opinión mala o muy mala sobre los alcaldes, que prácticamente todos son del Frente Sandinista, y solo 30% tiene una opinión positiva. 

La aprobación que estos reciben en el municipio es negativa, y recordemos que el alcalde es el representante con el que más cercanía tienen los ciudadanos. Aquí no hay una transparencia clara de las personas con respecto a si pudieran o no cambiarles a estos en las próximas elecciones.

Dentro de una semana en Nicaragua hay una convocatoria a elecciones municipales, sin ningún partido o candidato opositor. Según la encuesta, el 52% dice que no votará, 39% dice que sí, y el 9% no sabe.

Vemos una intención de abstenerse de participar. Esto va también relacionado con la inconformidad que hay con los distintos líderes actuales. Vemos también que, dadas las necesidades económicas, se está incrementando un desinterés por los asuntos políticos en el país que impacta directamente la intención de participar en las próximas elecciones.

¿Cómo interpreta las respuestas a la pregunta sobre la simpatía partidaria? El 52% dice que no simpatiza con ningún partido político, 37% dice que simpatiza con el FSLN, el 9% no sabe, PLC: 1% y otros: 1%? En las encuestas anteriores, el Frente Sandinista había caído al 15%. ¿Hay una recuperación del partido de Gobierno?

Más que todo es de momento. Esto se observa en los distintos países cuando hay elecciones cerca, y especialmente cuando hay una agrupación que se espera sea la victoriosa en los comicios. Hay un acercamiento más que todo por clientelismo político, de este yo me identifico con ellos para que –en caso que gane– obtener algún favor a cambio.

La encuesta revela que el 61% está poco o nada de acuerdo con que los sacerdotes tengan que salir del país por la presión del Gobierno: 15% dice que está algo o muy de acuerdo y 9% no sabe. Mientras que, el 63% está en desacuerdo con el cierre de las radioemisoras católicas por órdenes de Telcor.

Aquí (hay) un pueblo diciendo al Gobierno que no se inmiscuya o mantenga la religión separada de la política. Los sacerdotes no tienen por qué ser expulsados, ellos tienen el derecho de mantenerse dentro de las fronteras y no hay un Gobierno que tenga el derecho de poder echarlos.

La población tampoco aprueba el haber cerrado estas radioemisoras. La gente está pidiendo mayor libertad, mayor derecho de expresión, mayor derecho de poder actuar y poder trabajar sin tener que estar preocupándose por una u otra acción del Gobierno.

Según esta encuesta, ¿cómo está Nicaragua hoy un año después de la farsa electoral del 7 de noviembre de 2021, en la que Daniel Ortega se autoproclamó presidente?

En muchos de los hogares, el ingreso no alcanza para cubrir las necesidades básicas y, por lo tanto, la gente está con deseos de –si tuviera la oportunidad– poder migrar. Hay desesperanza con respecto al futuro y con respecto a las acciones del Gobierno y por ello la gente buscaría un cambio, más no lo está vislumbrando en estos momentos.

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Carlos F. Chamorro

Carlos F. Chamorro

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Fundador y director de Confidencial y Esta Semana. Miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo. Ha sido Knight Fellow en la Universidad de Stanford (1997-1998) y profesor visitante en la Maestría de Periodismo de la Universidad de Berkeley, California (1998-1999). En mayo 2009, obtuvo el Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, de Casa América Cataluña (España). En octubre de 2010 recibió el Premio Maria Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York. En 2021 obtuvo el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria periodística.

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