10 de abril 2020
AA
El Ministerio de Salud (Minsa) del régimen Ortega-Murillo informó un nuevo caso positivo de Covid-19 este viernes santo, de manera que suman 8 contagios en total en Nicaragua.
Según las autoridades sanitarias, se trata de “un señor de 64 años, contacto de un caso importado, que se encuentra delicado, atendido y estable”.
Es la primera vez que el régimen confirma el primer contagio “no importado”. Es decir, que el paciente contrajo el virus al tener contacto con uno de los casos positivos previamente confirmados por el Minsa. Sin embargo, el Minsa no especificó cómo se contagiaron los casos positivos sexto y séptimo, pero fuentes médicas aseguran que fueron personas que nunca salieron del país.
Esto no significa que haya transmisión comunitaria, porque, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esto se cumple cuando ya no se puede seguir el nexo epidemiológico.
El manejo de la crisis sanitaria por parte del Gobierno de Nicaragua, suscitó críticas de la Organización Panamericana de la Salud, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que señalan el secretismo, y la prohibición de que las personas y organizaciones traten de dar una respuesta coordinada ante el riesgo de contagio.
El Minsa siempre lee de manera confusa las cifras de casos positivos para mantener bajo el número. Sin embargo, en total son ocho casos positivos y un fallecido. El comunicado del Minsa de este viernes santo dice: "De las 3 personas que ayer (jueves santo) teníamos en seguimiento responsable y cuidadoso, ya superó el período de observación reglamentario, una persona más, pasando a resguardo domiciliar. Quedan entonces 2 personas, en seguimiento responsable y cuidadoso, a las que se suman hoy otras dos personas, para un total, en este momento, de 4 personas en el cuido y monitoreo responsable, permanente, indicado".
Observatorio ciudadano exige "acciones contundentes"
El Observatorio Ciudadano insistió ante el Gobierno de Daniel Ortega a poner en marcha “acciones contundentes para prevenir, controlar la infección, y que contribuyan efectivamente a proteger la salud y salvar vidas”, como una forma de frenar la expansión del contagio de covid-19.
Hombres con tapabocas esperan en una parada de autobús en Managua. Foto: EFE/Jorge Torres
Instancias internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), han cuestionado públicamente el manejo de la crisis por parte del régimen, que insiste en su narrativa de normalidad, y aquí no pasa nada.
Las críticas también se suceden a nivel local, donde muchas iniciativas ciudadanas se han manifestado cuestionando la falta de acción del Gobierno para parar los contagios, porque sus decisiones contradicen al conocimiento científico, así como al sentido común global.
Con base en ese comportamiento negacionista, el Observatorio Ciudadano insiste en su llamado al Gobierno a que “cancele de inmediato los llamados a actividades que impliquen aglomeración de personas”.
El Observatorio también insta a Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, a ordenar el cierre de escuelas y de fronteras; además de “implementar medidas de distanciamiento social, preparar condiciones en el sistema de salud para prestar atención y asegurar medidas de protección al personal de salud”.
De paso, se insta a Ortega y Murillo a ser transparentes, informando a los ciudadanos sobre la cantidad de pruebas realizadas, el número de casos sospechosos, y dónde se han identificado esos casos.
Además, se espera ver un aumento en el número de pruebas realizadas, especialmente después que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), entregó una donación de 26 000 kits para efectuar las pruebas que confirman –o descartan- el contagio de covid-19.
De forma adicional, se espera que se proteja al personal de salud, al que se le ha impedido usar material de protección, y que “cese el hostigamiento y amenazas hacia estas personas”.
El Observatorio Ciudadano espera que el Estado cumpla su función de enfrentar el “acaparamiento, reventa y especulación”, que se está haciendo con estos productos de protección personal, que pasaron a ser de primera necesidad en medio de esta crisis sanitaria, y “que informe el uso dado a las que se recibieron como donación”.
Finalmente, se pide una definición acerca del uso que se dará a las fuerzas armadas en la presente pandemia, porque esta crisis sanitaria “no puede usarse como excusa para reprimir o hacer uso indiscriminado de la fuerza contra la población civil”.
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