27 de octubre 2015
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Decenas de camiones cargados con campesinos lograron llegar hasta Managua para participar en la marcha para exigir la derogación de La Ley 840, que establece los términos de la concesión del Canal Interoceánico, que fue entregada por cien años al empresario chino Wang Jing. Los campesinos lograron entrar a la capital a pesar de los obstáculos impuestos por el Gobierno, que incluían retenes policiales en el interior del país.
Francisca Ramírez, una de las líderes del movimiento campesino contra el Canal y originaria de Nueva Guinea, dijo que fueron retenidos durante horas por oficiales de la Policía en distintos puntos de la ruta hacia Managua, pero que lograron vencer los obstáculos y marchar hasta la capital. “¡Sí se pudo!”, fue el grito de los campesinos que lograron entrar a la ciudad.
La marcha saldría del kilómetro 4 de la Carretera Norte y avanzaría hasta la sede de la Asamblea Nacional, donde los manifestantes exigirían a los diputados la derogación de la Ley 840. La caravana fue recibida por unos 500 manifestantes de Managua, vinculados a partidos opositores y organizaciones de la sociedad civil como el Movimiento por Nicaragua, que se oponen a la concesión canaleras.
A eso de las dos de la tarde, la manifestación fue frenada por un cerco policial, ubicado en el sector de La Robelo, y no logró avanzar por la presencia de centenares de oficiales anti motines, simpatizantes del Frente Sandinista y los llamados motorizados, fuerzas de choque del oficialismo que intimidan a los manifestantes.
Después de unas horas de tensión, los campesinos decidieron continuar la marcha por otra ruta, movilizándose hacia Bello Horizonte. Los anti motines se trasladaron hasta esa zona capitalina para impedir el avance de la marcha, por lo que los organizadores de la manifestación decidieron darla por terminada, para evitar una confrontación los oficiales de la PN.
Sin embargo, un grupo de manifestantes denunció a través de las redes sociales que fuerzas de choque del FSLN bloquearon el paso y cercaron a varias personas en Bello Horizonte. Las huestes del Frente Sandinista los atacaron y dispararon, dejando a un joven de 25 años herido, por lo que tuvo que ser trasladado al Hospital Alemán Nicaragüense, de la capital.
Por la mañana organizadores de la manifestación informaron que Alexander Ortega, originario de Managua, fue herido cuando un camión recolector de basura, que supuestamente trasladaba a simpatizantes sandinistas, pasó por la zona donde se encuentran concentrados los opositores al proyecto del canal interoceánico, informa la agencia EFE. Carlos Herrera, fotógrafo de Confidencial, dijo que los manifestantes mostraron objetos de metal que fueron lanzados por simpatizantes del FSLN. Otra persona resultó herida en la cabeza.
Centenares de simpatizantes del gobernante Frente Sandinista se desplazaron este lunes por los principales puntos de Managua convocados por el gobierno un día antes de que grupos opositores a la construcción del Canal Interoceánico marcharan en contra de la obra, en lo que es un pulso sobre un proyecto que genera preocupación entre ambientalistas y defensores de derechos humanos.
La marcha opositora había sido convocada desde hacía meses, pero el Gobierno del presidente Daniel Ortega anunció la semana pasada que realizaría este martes una manifestación que desde el Ejecutivo ha sido bautizada como “Caminata por el trabajo y paz”, para la que han sido convocados todos los trabajadores del Estado y en la que el Ejecutivo hace uso de los recursos de las instituciones públicas para movilizar a sus simpatizantes. “Nosotros, todos los nicaragüenses, queremos vivir tranquilos, queremos vivir en paz y queremos trabajar en paz”, dijo este lunes Rosario Murillo, primera dama y vocera del Ejecutivo al justificar la manifestación oficialista.
El costo del Canal proyectado en Nicaragua supera los 50 mil millones de dólares, con una extensión de 270 kilómetros desde las costas del Caribe hasta las del Pacífico del país centroamericano. El proyecto, cuya obras estaban previstas a iniciar en diciembre de 2014, ha despertado temores entre grupos ambientalistas y defensores de derechos humanos. Los primeros alegan que su construcción será catastrófica para la flora y fauna del país, principalmente el Gran Lago de Nicaragua, de 8 mil kilómetros cuadrados, el más grande de Centroamérica. Los activistas de derechos humanos temen las consecuencias de un gigantesco desplazamiento humano en la ruta del Canal, que, dicen, afectaría a decenas de miles de nicaragüenses.
El australiano Bill Wild, asesor principal de HKND Group, la empresa concesionaria, respondió este lunes a través de un comunicado a las críticas de los opositores al Canal. "HKND Group y su presidente, Wang Jing, no van a construir un canal interoceánico en Nicaragua si no garantizamos que el impacto final neto en el medio ambiente y en lo social, después de implementar las obras de mitigación recomendadas por los estudios de impacto ambiental y social realizados por la firma británica ERM (Environmental Resources Management), no son positivos", dijo Wild.
Sin embargo, representantes del denominado Grupo Cocibolca, que reúne a organizaciones ambientalistas, presentaron una carta pública al presidente Daniel Ortega en la que piden al mandatario que interceda para anular la ley del Canal, porque consideran que “no es favorable ni ambiental ni socialmente para el pueblo de Nicaragua”. El proyecto genera incertidumbre por la falta de estudios suficientes que indiquen la viabilidad técnica y comercial de la obra. También levanta dudas la capacidad del magnate chino Wang de convencer a los inversionistas extranjeros para que pongan su dinero en el proyecto, sobre todo después de que se conociera que la fortuna del magnate disminuyó en un 84% tras el desplome de las acciones de su empresa de telecomunicaciones, Xinwei, en la bolsa china.
Para saber más:
1. La telaraña de Wang Jing
2. Los desplazados del Canal
3. El Gran Lago amenazado
