4 de agosto 2022
AA
La Policía Nacional encerró este jueves 4 de agosto a monseñor Rolando José Álvarez en la Curia Episcopal de Matagalpa, luego que el líder religioso intentara salir del edificio y trasladarse a la catedral matagalpina de San Pedro para celebrar la Santa Misa y la “hora santa”, pero al abrir los portones del parqueo, cinco antimotines se colocaron en posición de ataque con sus escudos enfrente e impidieron la salida del obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí.
En la mañana de este jueves, el obispo nicaragüense pidió a la Policía que lo dejaran oficiar una misa con la feligresía dentro de la Curia. Los oficiales impidieron el paso a sus ayudantes y los fieles católicos.
La Diócesis de Matagalpa compartió videos del momento en que el obispo denuncia el acoso policial y el bloqueo a su libre movilización. “Nos tienen encerrados en la Curia Episcopal”, dijo el prelado.
“He querido salir a la Catedral a hacer la ‘hora santa’ y la Santa Misa, pero obviamente las autoridades superiores (de la Policía) no han dado permiso. Nos encontramos aquí seis sacerdotes, seis laicos, que nos tienen encerrados en la Curia Episcopal”, detalló Álvarez.
“Aquí —continúo— vamos a permanecer sin irrespetar a la Policía, nunca la hemos irrespetado. Sin irrespetar a los hermanos que tienen sus familias y que son nuestros amigos. Voy a esperar que me permitan salir”.
Con Santísimo en las manos
En la mañana, Álvarez salió de la Curia a la calle, se puso de rodillas en la acera y elevó sus manos hacia el cielo, y recibió de un colaborador a Jesús Sacramentado y con el Santísimo se acercó a los oficiales, que se le retiraron, según una transmisión En Vivo, a través de TV- Merced.
El jefe de la policía departamental de Matagalpa, Sergio Gutiérrez, pidió al jerarca que cooperara y el obispo le respondió: “los que no cooperan son ustedes”.
El prelado caminó entre los oficiales, orando, cantando y rogando porque cesara la intimidación. “Porqué meten zozobra en la población, porqué agitan los corazones de un pueblo trabajador, de un pueblo fiel, de un pueblo bueno, de un pueblo sencillo, de un pueblo amable, como es el nicaragüense”, clamó el sacerdote.
Tras una hora, la Policía aceptó que ingresaran al Palacio Episcopal los dos sacerdotes y el obispo ofreció la eucaristía sin feligreses, aunque transmitida en directo a través de redes sociales.
Álvarez indicó que este jueves es la fiesta de San Juan María Vianney, patrono de los sacerdotes. Por lo tanto, se realiza una jornada de santificación y protección de los sacerdotes.
El régimen orteguista ha perseguido y asediado a monseñor Álvarez, una de las voces más críticas de la Iglesia católica. En mayo pasado fue obligado a resguardarse en un templo en Managua, de donde salió bajo el acompañamiento de otros pastores. Su traslado hacia Matagalpa fue fuertemente custodiado por más de cinco patrullas.
Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.
El presidente Ortega ha tildado de "terroristas" a los obispos nicaragüenses que actuaron como mediadores de un diálogo nacional con el que se buscaba una salida pacífica a la crisis que vive el país desde abril de 2018.
*Con información de Efe.
