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Ser activista en Nicaragua

Confidencial visitó la Colonia 10 de Junio y relata, desde la óptica de otros espectadores, cómo fue el ataque a Carlos Bonilla.

El agredido Carlos Bonilla, prometió seguir protestando en demanda por elecciones libres, como puede vérsele en esta foto de archivo. Carlos Herrera/Confidencial

Maynor Salazar

29 de febrero 2016

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La noche del jueves 26 de febrero, un día antes del intento de asesinato, Carlos Bonilla, miembro del Movimiento Democrático Nicaragüense, estuvo en el programa televisivo Esta Noche. Acudió para informar que al día siguiente entregaría al Consejo Supremo Electoral (CSE), el resultado de más de nueve mil encuestas, que concluyó en un repudio de parte de los encuestados hacia el sistema electoral del país.

La noche previa al intento de asesinato, Bonilla, que habita en la Colonia 10 de Junio, se acostó en paz, con la satisfacción de que al día siguiente, encontrara abiertas o no las puertas del CSE, su labor iba a causar eco en la sociedad.


La mañana del viernes 27 de febrero, Carlos Bonilla y su esposa Gaby García, fueron atacados salvajemente por cinco sujetos, que salieron de la nada, portando tubos y cuchillos, y que tenían un objetivo: asesinar a Bonilla y desaparecer el material de las encuestas.

Según versión de varios testigos, dos de los cinco agresores fueron capturados por los vecinos y entregados a una patrulla de la Policía Nacional que acudió al llamado de la gente. Confidencial llamó a la oficina de Relaciones Públicas de la PN, pero nadie respondió los teléfonos. Sesenta horas después, los agentes del orden aún no presentan a los sospechosos.

Un lugar de paz

La Colonia 10 de Junio, ubicada en lo que se conoce como los barrios orientales de Managua, es uno de los sectores con menos índice delictivo en la capital. Aquí no hay pandilleros. Los robos en moto son lo común, pero sus habitantes indican que desde hace muchos meses, la delincuencia no es un factor predominante. “No hay robos, es casi raro”, dijo una fuente policial del Distrito Cinco, al que corresponde este sector.

Carlos Bonilla vive en esta colonia con su esposa, su hermana, su madre y sus dos hijas. A Carlos le conocen como una persona tranquila, que no se mete con nadie, que tiene sus ideologías políticas, pero que respeta la de los demás. En teoría, antes del intento de asesinato, no tenía enemigos.

Esa mañana, Bonilla tenía una misión. Llegar temprano al CSE. Si no era atendido, ya había asegurado la presencia de los medios de comunicación para presentar a la población el resultado de su encuesta.

“Los vecinos me dijeron en la mañana que andaban rondando unos sujetos, pero le resté importancia, nos íbamos a ir por separado, pero al final nos fuimos juntos”, dijo García a los medios de comunicación.

Los vecinos que fueron entrevistados por Confidencial, confirmaron lo que dijeron a García. “Yo vi un día antes a dos motorizados en chaqueta negra, que pasaban a cada rato”, comentó Marcelina Blandino, habitante de la Colonia.

Aunque existió un aviso, ni García ni Bonilla, hicieron caso. Ambos caminaron una cuadra con los resultados de la encuesta en mano. Cruzaron la calle, y detuvieron un taxi.

¿Planificado?

“Salieron de repente, solo nos cayeron con un puñal y le propinaron las dos estocadas a Carlos y a mí me lanzaron a la calle con un tubazo”, dijo la esposa de Bonilla.

Un guarda de seguridad, que pidió omitir su nombre por precaución, relató a Confidencial que los dos sujetos que atacaron a la pareja, en ningún momento quisieron arrebatar sus pertenencias. “Fueron a matar, le clavaron las estocadas y después salieron los otros tres a querer terminar con ellos. La señora gritó y acudimos varios a tratar de que no pasara a más la situación”, narró.

En una esquina, alguien en una camioneta color oscuro, presenció todo. “Nadie se bajó. Ya estaba ahí desde antes porque yo la vi, y cuando los hombres salieron corriendo, ya no estaba”, continuó.

Dos de los tres hombres vestían chaquetas negras. Corrieron hacia el este y fueron perseguidos por los ciudadanos. Mientras tanto, Bonilla era trasladado por la Cruz Roja hacia el hospital ‘Manolo Morales’, donde fue intervenido de urgencia.

“Persiguieron a los ladrones, le gritaban a más personas que apoyaran la persecución, y los capturaron a cinco cuadras de donde dejaron a Carlos”, dijo Rebeca Arróliga, habitante de la Colonia 10 de Junio.

Varios testigos que presenciaron la captura de dos de los sospechosos, dijeron a Confidencial que no pasó mucho tiempo para que la Policía Nacional llegara y se llevara a los sujetos. “Todo fue rápido, no supimos quiénes eran, se los llevaron al Distrito”, comentó Ramón Mendoza, testigo.

Hasta el momento, la Policía Nacional no informa sobre la captura de estos dos sujetos. La investigación es llevada por agentes de la Dirección de Auxilio Judicial, que se encarga de los casos más delicados del país.

Bonilla guarda reposo en una sala restringida del Manolo Morales. Desde ese cuarto dijo al diario La Prensa que “voy a seguir en la lucha pese a lo que me sucedió. Esta lucha es por convicción, por mi patria y mi familia”.

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Maynor Salazar

Maynor Salazar

Periodista. Investiga temas de medio ambiente, corrupción y derechos humanos. Premio a la Excelencia Periodística Pedro Joaquín Chamorro, Premio de Innovación Periodística Connectas, y finalista del premio IPYS en el 2018.

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