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Del dicho al hecho… hay un profundo abismo

Esta dramática realidad que vive Nicaragua no solo es desmentida por sus propios causantes de aquí, sino también por sus aliados políticos de afuera

La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, habla, junto al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en el inicio de la Mesa de Dialogo Nacional. Jorge Torees | EFE

Onofre Guevara López

3 de julio 2018

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El acierto del viejo refrán… “Del dicho al hecho, hay un largo trecho”, se refleja en la falsía cotidiana de los orteguistas y la realidad, pero en la Nicaragua actual eso se ha desactualizado.  Es  que, siendo el trecho la “distancia o espacio que hay entre dos lugares”, el trecho que existe entre la mentira de los portavoces del orteguismo –de adentro y de afuera— y la verdad de los hechos, no hay un espacio transitable, sino un insondable abismo.  Es decir, que  la versión oficial sobre lo que pasa en Nicaragua, nada tiene que ver con la verdad comprobada de los asesinatos de más de casi trescientos compatriotas por la represión de la dictadura Ortega-Murillo.

Tampoco  sus versiones coinciden con las causas, el origen, las  consecuencias, ni con los verdaderos autores de la represión.  El oficialismo y sus amigos del exterior mienten en perjuicio de la verdad, pero lo imperdonable es que también lo hacen en perjuicio  de la vida de los nicaragüenses.  Afirmo esto, al margen cualquier intención retórica, porque cada uno de los asesinados por la represión orteguista, están dolorosamente documentados –incluso gráficamente— y sus asesinos son señalados sin vacilación, con entereza y entre lágrimas, por las madres, los parientes y los testigos presenciales de los asesinatos.


Esta dramática realidad que vive la sociedad nicaragüense no solo es desmentida por sus propios causantes de aquí, sino también por sus aliados políticos de afuera, y mienten con tanta  frialdad, que la distancia geográfica entre nuestro país y los suyos no puede esconder su inmoralidad, sino que dimensionan aún más, por tratarse de personajes y gobiernos que los considerábamos amigos del pueblo nicaragüense.

Como es imposible mencionar todas las versiones mentirosas de nuestra realidad, aquí y de afuera, resumimos algunas:

*Evo Morales, recitó el guión de que el gobierno de Ortega es objeto de agresión externa, imperialista.  Como Evo quiere decir duración de las cosas eternas, Morales cree que el pueblo debe aguantar la eterna presencia en el poder de sus inmorales colegas… ¡Ortega y Murillo!

*TeleSur publicó: el gobierno de Nicaragua reconstruye los municipios destruidos por grupos violentos. Si la TV de nuestro Sur viera bien hacia nuestro Norte, vería que esa “reconstrucción” se trata de la trágica “operación limpieza”, la que Ortega practica al estimo Somoza… ¡matando e hiriendo a jóvenes desarmados!

*Algunos políticos  extranjeros y nacionales, pretendidamente neutrales, condenan la violencia en Nicaragua venga de donde venga. Esa es complicidad disimulada con los criminales, porque saben que la violencia sale del orteguismo con todas sus armas de guerra… ¡igual que las balas salen de sus fusiles contra un pueblo sin más armas que sus “güevos”!

*Como nunca, nuestro pueblo sufre esta criminalidad en una lucha desigual entre quienes utilizan armas de guerra y quienes solo tienen hondas de hule, piedras y morteros (de esos que alegran las fiestas patronales).  Por este motivo,  se escuchan invocaciones a las divinidades de parte de los creyentes, como un S.O.S. colectivo, pero que no encuentra eco.  Pero la Rosario celebró esta semana el día de la Virgen del Perpetuo Socorro… ¡con el ruido de  las balas!

*En esta ofensiva contra el pueblo, no hay institución oficial que no participe, hasta los bomberos del  Ministerio de Gobernación, quienes mienten acusando de incendiarios  a los muchachos alzados con tiradoras, piedras y corazón.  Alguien señaló que esta  actitud cómplice se debe a que los bomberos no son autónomos. Además de no ser autónomos… ¡actúan como  autómatas!

*La embajada norteamericana en nuestro país, le pidió a Ortega le regresara las camionetas y el autobús  que le había donado a su Policía, porque esta los utilizara en la represión.  Por el aspecto de nuevos que  tienen esos vehículos recuperados, significa que fue reciente su donación, pero la represión de la Policía, es de vieja data.  ¡Cuánta “inocencia”, Señor Gobernador Tastuanes!

*Una de las cosas más lamentables durante tres meses de represión, es la actitud de algunos médicos orteguistas de servicio en hospitales públicos, quienes se han negado a curar heridos por la Policía.  Han emitido dictámenes falsos sobre las causas de algunas muertes, e hicieron “constar” que el niño de catorce meses asesinado por un policía… ¡era “sospechoso de suicidio”! Están tan deshumanizados que olvidaron el Juramento Hipocrático… ¿será  que el juramento lo hicieron ante su jefe hipócrita, y no por el griego Hipócrates?

*Ya sabemos de la ridícula acusación orteguista contra los partidos políticos, considerados de derechas, de ser los líderes del levantamiento popular.  Lo que no sabemos, es cuándo esos partidos van a tener alguna participación en esta lucha de masas sin paretido… ¡por lo  menos para que abonen algo por ese mérito que les regala el orteguismo!

*Los periodistas, trabajadores  y dueños de medios de comunicación independientes, se pronunciaron el 28/06/18 contra las agresiones, amenazas y el asedio de la dictadura, su Policía y sus paramilitares. El periodismo ya lamenta también la muerte Ángel Gahona, después de casi ochenta días de la represión que ha causado casi trescientos asesinatos.  NI s.o.s.pecha cabe de que los dueños de los medios oficialistas tengan ganas… ¡de pronunciarse contra sí mismos!

*El jefe del clan, está ocupado diseñando la estrategia de la represión; la jefa segunda, invocando a las once mil vírgenes en sus homilías diarias. Pero, aparte de las vírgenes del Socorro y de El Carmen, parece que las otras 10 mil 998 no escuchan sus ruegos por la paz y el reencuentro de la  familia. Debe ser, porque saben que la paz las tienen ellos en sus pasaportes, y que el reencuentro con trescientas madres y sus familias, es imposible… ¡porque ya no quieren verlos en Nicaragua!

*Por su parte, los niños Ortega-Murillo tienen que ganarse los frijoles: manejando sus Drones para detectar “vándalos”; sus gasolineras (menos cuando hubo paro nacional); dirigiendo los telenoticieros de sus canales para que sus periodistas no digan la verdad; contando los ingresos de sus hoteles, centros turísticos y empresas; ordenando el trabajo armado de la “JS”; y uno de ellos… ¡transmitiendo las órdenes de papá para que su suegro haga buen uso de la Policía!

*¿Y la niña? La niña está triste… ¿Pero  qué tuene la niña?  Dicen que después de haber diseñado los vestidos que usaría el día de la “victoria”, se dio cuenta de que. .. ¡ya no tiene visa para lucirlos  en Miami!

*Hubo dos asesinados y diez heridos –entre estos una niña—después de la manifestación del 30/06/18 en homenaje a los niños y adolescentes, asesinados.  El orteguismo volvió a matar pues, y en las narices de los comisionados de la CIDH y la ONU.  Solo falta que Ortega los mande a buscar culpables… ¡entre los Maras salvadoreños!


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Onofre Guevara López

Onofre Guevara López

Fue líder sindical y periodista de oficio. Exmiembro del Partido Socialista Nicaragüense, y exdiputado ante la Asamblea Nacional. Escribió en los diarios Barricada y El Nuevo Diario. Autor de la columna de crítica satírica “Don Procopio y Doña Procopia”.

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