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Fetichismo y otros ritos primitivos

Fetiche quiere decir hechizo, y ellos hacen leyes a su gusto y antojo, le atribuyen cualidades deseadas e invocan para aplicarlas contra adversarios

29 de junio 2021

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Según la ortodoxia gramatical, fetiche es un “objeto material al que se le rinde culto y se le atribuyen propiedades mágicas”. De modo que siendo el fetiche un objeto material, no debería utilizar ese sustantivo para referirme a una o varias leyes, pues obviamente, no son objetos materiales.

Sin embargo, nos vamos a permitir la licencia de transgredir esa acepción de fetiche, para acercarnos a la realidad jurídica pervertida por la dictadura Ortega Murillo.


Fetiche quiere decir hechizo, y ellos hacen leyes a su gusto y antojo, por lo tanto, son hechas, a las cuales les atribuyen cualidades deseadas y las invocan para aplicarlas contra sus adversarios políticos. Luego, los castigarán… “tal como mandan las leyes”, como si estas tuvieran un origen divino y no de su propia cosecha.

El fetichismo –“culto o veneración que se tributa a un fetiche”—, fue propio de una etapa histórica primaria en la vida de los seres humanos, quienes –ignorantes de la realidad que les rodeaba— se hacían su fetiche (un muñeco de piedra o madera) al que llamaban dios, y al cual le atribuían facultades mágicas. También le rendían culto al fetiche y le rogaban les hiciera milagros, los que resultaban ser sus propios deseos.

Los Ortega Murillo no llaman diosas a sus leyes, pero les atribuyen todas las facultades por ellos deseadas, y proceden a invocarlas cuando quieren violar libertades y derechos a los dirigentes de la oposición, cualquiera sea su orientación política, porque, en el santo nombre de sus leyes-fetiche, postergan, violan o anulan todo derecho humano.

Daniel Ortega, pronunció ante el mausoleo de Carlos Fonseca sus sacras acusaciones en contra de los secuestrados y los perseguidos políticos, y, cuan máximo brujo de la tribu, maldijo a todos aquellos “criminales”, según lo prescrito en sus leyes-fetiche:

“No estamos juzgando a políticos ni candidatos. Estamos juzgando a criminales que han atentado contra el país al intentar nuevamente organizar otro 18 de abril, otro golpe de Estado.”

Así como el brujo de la tribu habla por su fetiche de piedra o madera, Daniel Ortega les dio voz a sus leyes-fetiche sobre “un golpe de Estado” de parte de manifestantes desarmados, enarbolando solo banderas azul y blanco, y los calificó como “traidores a la patria”, porque querían derrocarlo a él de su cargo, lo cual valió desatar una cacería en su contra.

Toda una oración ante sus leyes-fetiche de quien, con un ejército, una policía, más un cachimbo de paramilitares y desde su bunker en El Carmen, avaló las órdenes de su vicepresidente cónyuge para que les dieran “con todo” a los manifestantes, hasta causarles más de trescientos muertos y un número incalculable de heridos.

Lo que “complace” de sus oraciones a las leyes-fetiche, es que, con su lenguaje acusatorio horriblemente adjetivado en contra de sus secuestrados políticos… ¡haya logrado el milagro de hacerse un perfecto auto retrato hablado!

II

Con mucha insistencia, y ofreciendo las razones más convincentes posibles, en nuestro medio político anterior a la actual razzia fascista contra opositores, se había afirmado que sin la unidad en la acción y con partidos políticos participando por separado en unas hipotéticas elecciones libres, no se podría derrotar a la dictadura Orteguista.

Ahora, con decenas de nuevos secuestrados, sumados a los 130 anteriores, algunos durante más de un año, la idea de la unidad en la acción continúa siendo justa en unas elecciones, pero menos posible, entre otras causas, porque las hipotéticas elecciones libres de las que se hablaba entonces, se han tornado en una pesadilla de dudas y especulaciones.

Pero las motivaciones ideológicas que dificultaron la unidad en la acción ayer, siguen vivas hoy, sin perder su sectarismo, sino manifestándose con efectos destructivos, aunque también con sus entornos ideológicos mejor definidos. Y, respecto a esto, queremos puntualizar algunas cosas:

+El protagonismo de quienes han izado la bandera de la “pureza” y la “virginidad” en política para boicotear la unidad en la acción, con matices de un trasnochado anticomunismo, lo tiene la señora portavoz del Partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), peor aún después de haber copado el liderazgo de la Alianza Ciudadana.

+El blanco de sus dardos era el Movimiento Renovador Sandinista, y han continuado después de que este adoptara el nombre de Unión Democrática Renovadora (Unamos), ignorando su trayectoria de lucha desde 1995, cuando la ruptura con el orteguismo autoritario del Frente Sandinista, ahora, como partido, totalmente agotado.

+Esa verticalidad frente a la nueva dictadura les permitió a Unamos aglutinar a valiosos elementos jóvenes que no habían tenido protagonismo dentro del gobierno sandinista, lo cual les fortaleció y aunque la dictadura le quitó su personalidad jurídica, no le impidió desarrollar su lucha política cívica dentro de la oposición.

III

Ante la violencia aplicada contra viejos y nuevos dirigentes de Unamos –mujeres y hombres que a su vez trabajan políticamente en la Unidad Nacional Azul y Blanco—, algunos con un historial guerrillero que Daniel Ortegas nunca tuvo, como el de Dora María Téllez y Hugo Torres, la portavoz de CxL condenó su secuestro y hasta les expresó su “solidaridad”.

Pero la portavoz de CxL no dejó de proclamar (con olímpico sectarismo) su rechazo a unirse en la acción con Unamos, por “el delito” de ser de “izquierda” y por su antigua militancia sandinista.

Por otra parte, hubo quien, haciéndole una crítica al sectarismo de CxL, también concibió la antigua militancia sandinista de los secuestrados y de los perseguidos, como “un pecado” del cual ya se habían “limpiado” con su trayectoria de lucha frente a la dictadura Ortega Murillo.

Si hay opositores a quienes la antigua militancia sandinista les parece una “mancha” o un “pecado político”… ¿en dónde queda su proclamado respecto a la libertad de pensamiento y de expresión que le reclaman a la dictadura orteguista?

¿Olvidaron que tener una militancia política de cualquier tendencia ideológica, es un derecho democrático y humano?

¿Por qué entonces, dicen oponerse a la dictadura como defensores de los derechos humanos y de todas las libertades ciudadanas, si cuestionan a quienes lo hacen también e incluso con mayor combatividad que ellos desde otras concepciones?

De esa concepción sectaria de la política y acerca de quienes la practican, es fácil sacar la conclusión de que haber luchado en contra de la dictadura somocista, por todos los medios, hasta lograr derrocarla… ¡tuvo que ser un “pecado político” imperdonable!

Con un criterio semejante no solo revelan sectarismo, sino también… reivindican al somocismo como una “víctima” de los sandinistas. ¿Acaso piensan que hubiera sido mejor continuar bajo la dictadura somocista?

Y si tan puros y virginales políticos piensan que los dirigentes de Unamos, ahora secuestrados y otros perseguidos, tienen algún delito en su pasado sandinista, ¿por qué nunca han presentado ninguna prueba?

La dictadura Ortega Murillo es el primer obstáculo para el disfrute de las libertades ciudadanas… ¡pero a los puros y virginales políticos derechosos, nadie les quita su segundo lugar!

Al margen de estas cuartillas

*Daniel Ortega, sale a luz cada uno o dos meses, tiene catorce años de no conceder conferencia de prensa al periodismo local, pero cuando abre la boca utiliza un lenguaje de guerra, en favor de la “paz”…

*Y cuando necesita que sus amigos del exterior constaten que aún existe, aprovecha los eventos políticos latinoamericanos para hablar por televisión…

*Pero habla metido entre tantas flores, que apenas se le puede ver, con lo cual corre el riesgo de que, en el exterior, piensen que está hablando desde el altar de alguna iglesia… en día de fiesta parroquial…

*Moncadita firmó una carta-protesta a la canciller española en la que le recuerda que, entre otras cosas: “…hemos denunciado, y denunciamos, la barbarie y la aniquilación genocida de nuestros Pueblos Originarios, el codicioso saqueo de nuestros recursos naturales, el avasallamiento de nuestras lenguas y culturas, así como la salvaje implantación o imposición, de los Símbolos que no nos pertenecen.”

*Muy patriótico. Pero se le olvidó que de esos símbolos que no les “pertenecen”, como la cruz de ceniza que Daniel y Rosario se ponen en la frente cada miércoles santo, las misas que se hacen con frecuencia, y el supuesto carácter cristiano de su régimen… ¡son los que utilizan para manipular la conciencia popular!

*A la dictadura orteguista le está lloviendo críticas tieso y parejo de todas partes del mundo, por su política de secuestros y persecución contra precandidatos y dirigentes políticos de todos los matices…

*Dentro de la solidaridad internacional y las críticas a la dictadura, hay políticos disfrazados como “demócrata”, tal es el caso del gobernante paramilitar colombiano, Iván Duque…

*El “no me defienda, compadre” le cae bien a Iván Duque, pero mejor les caería a los colombianos, que sea menos “demócrata” contra ellos…

*La ONU nació en ciudad de Estados Unidos, vive en otra ciudad de Estados Unidos, Estados Unidos es su principal miembro; año con año y durante muchos años, la ONU ha condenado el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, pero a Estados Unidos le vale…

*Y todo sigue en su orden: la ONU viviendo en los Estados Unidos como supuesto gobierno del mundo… ¡y los Estados Unidos como su Policía!


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Onofre Guevara López

Fue líder sindical y periodista de oficio. Exmiembro del Partido Socialista Nicaragüense, y exdiputado ante la Asamblea Nacional. Escribió en los diarios Barricada y El Nuevo Diario. Autor de la columna de crítica satírica “Don Procopio y Doña Procopia”.

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