Filosofiando VIII

Censura… ¿”democrática”?

En momentos en que la campaña de las transnacionales de la información atosigan al mundo con ataques contra Venezuela, entre otras cosas, porque no permite la libertad de expresión, alguien ordenó desaparecer la señal del Canal 8 de Venezolana de Televisión (visto aquí en el Canal 80 del servicio de Estesa/Casa Claro). La señal despareció abruptamente la noche del miércoles pasado, y el viernes apareció la señal de otro Canal en el 80. Pedí una explicación a Casa Claro, y del área técnica dijeron no conocer la causa, o que tal vez fue una decisión del Canal venezolano. Absurda explicación, porque en el momento que desapareció la señal estaba a medio desarrollo el programa “Con el mazo dando” de Diosdado Cabello, y de haber intenciones de no transmitirlo, sencillamente no lo hubiesen iniciado. La conspiración internacional contra Venezuela no es nueva, lo nuevo es la voluntad de callarle definitivamente una voz propia, mientras se babean hablando de libertad de expresión. Algo sobre el por qué lo hacen, lo resumo en esta columna.

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Proclamar a los cuatro vientos del mundo que “Maduro está acorralado”, después de tres años de estar acorralado, es hacer el papel de profeta del pasado. La profecía se complica cuando hay que explicar –o cuando no se quiere explicar— quiénes lo tienen acorralado y por qué. Así es en este mundo, donde la comunicación transnacional ha tomado las armas en la batalla por la restauración de la neo colonización de América Latina.

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El pueblo venezolano decidió ser pueblo junto a Bolívar y volvió a decidir a serlo después de casi doscientos años, durante los cuales los herederos del coloniaje español le birlaron ese derecho y, en rápida transición, se volvieron cómplices del nuevo coloniaje norteamericano. Otra vez, y para siempre, el pueblo venezolano quiso ser pueblo y lo está siendo. No importa cuánto ni cómo tengan sus enemigos que expresar su odio de clase que les induce a distorsionar ese fenómeno histórico.

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La etapa actual de la conspiración anti venezolana, acaba de cumplir sus “quince floridas primaveras”, desde cuando secuestró a Chávez (2002), inventó lo de su renuncia, estuvo a punto enviarlo a su madre-patria gringa (al estilo Noriega), y un espurio gobierno burgués, que en menos de lo que canta un gallo borró la Constitución y las leyes sociales, salió en carreras de Miraflores cuando el pueblo confirmó su decisión de seguir siendo pueblo, lo rescató y lo volvió a la presidencia donde lo había colocado con su voto mayoritario.

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Aquellos mismos golpistas que con puras firmas y con métodos fascistas quisieron abolir un gobierno elegido democráticamente, siguen siendo los mismos, solo que ahora afincados en el parlamento, luciendo el traje de “demócratas” sin haber cambiado un ápice su actitud apátrida. Siguen sirviendo al mismo patrón gringo, el que los patrocina, bendice y apoya con todos los fierros, en varias guerras: la política, la económica, la psicológica y la mediática de proyección internacional, mientras acumula pretextos para convertirlas en guerra armada.

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El petróleo venezolano vale tanto como el petróleo iraquí o de cualquier otro país del Medio Oriente: desde una mentira hasta una guerra genocida. Ya están haciendo funcionar la mentira, y están en los preparativos de la guerra. En los últimos tres años, han probado de todo: asesinatos selectivos de dirigentes, sabotajes a centros económicos y a la producción, sangrientas manifestaciones callejeras, contrabando, especulación y todo lo que les ha permitido hacer con su monopolio de la cadena de distribución que, por error o exceso de confianza, el chavismo no se la quitó, y hasta ahora está construyendo las suya.

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Con el poder legislativo en sus manos y una mayoría de diputados beneficiados electoralmente el 6-D del 2015 por las guerras experimentadas, la derecha cree que tiene un súper poder, por encima los demás poderes. Quieren hacer creer que solo los votos que eligieron el parlamento valen; los votos que eligieron a Maduro no valen. ¡Estúpido concepto de democracia!

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Tan desesperada está la derecha, que emite leyes anti constitucionales en busca de su rechazo para luego exhibir al gobierno ante el mundo como violador de las “leyes”. Las leyes de amnistía para delincuentes económicos y asesinos; la que pretende privatizar las viviendas construidas para el pueblo y otras de contenido anti obrero y anti social, solo tienen esa finalidad: justificar la agresión desde el exterior.

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La maniobra ya es combinada: Obama decretó que Venezuela es una “amenaza inusual y extraordinaria” (el cual se lo enfriaron en la cumbre presidencial de Panamá), y recientemente lo desempolvó, sin ninguna razón ni derecho, como siempre ha sido. Altos jefes militares gringos con desvergüenza proclaman que están “orando” por el pueblo venezolano. El Congreso gringo de las transnacionales aprobó sanciones contra el gobierno venezolano. La OEA quiere volver por sus fueros de ministerio de colonias de los Estados Unidos y acogió la solicitud de la derecha para que aplique a Venezuela su “Carta Democrática”.

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Ninguno de los gobiernos cipayos ni los amos de la OEA desconocen que los trámites burocráticos para legalizar una intervención serían largos y difíciles de aplicarse, y no aceptables para gobiernos de criterio independiente. Quienes sean incapaces de decirle no al amo, tendrían que vérselas con la reacción de sus pueblos. También hay algo que ocultan para no desanimar a su clientela: la petición para que se aplique la “Carta Democrática” fue hecha por una delegación parlamentaria, siendo una facultad solo de los gobiernos.

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Entre la red internacional que conspira contra Venezuela por encargo hay gobernantes y ex gobernantes con cuentas pendientes con sus pueblos, como el caso de Rajoy, quien aprobó una ley-mordaza repudiada por el pueblo, porque entre otras, contiene estas dos joyitas: 400 o más euros de multa al que critique vía twiter a su caduca monarquía, y hasta tres años de cárcel al que publique fotos mientras su fascista policía ejecuta el desahucio de una familia. Otro, el tal Aznar, con nada puede borrar su complicidad con Bush en el genocidio contra el pueblo iraquí.

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Ni hablemos del montón de ex gobernantes latinoamericanos, siempre complacientes –antes y ahora— con los gobernantes gringos, empleados a su vez, de las corporaciones financieras y del complejo industrial militar. Lo dramático para nosotros, los nicas, es que mientras Ortega nos aprieta las tuercas, los políticos de oposición, incluidos algunos tenidos como “de izquierda”, se suman al coro de la derecha internacional contra Venezuela.

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Aplauden a líderes de la derecha venezolana de estirpe traidora, de mucha tradición de servicio a las transnacionales petroleras, y ligados a familias que nunca se distinguieron por su patriotismo desde los tiempos de la colonia y durante los años en que el petróleo venezolano estuvo en manos de compañías norteamericanas.

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Esos políticos nicaragüenses, en vez de repetir alegres los esquemas del ejército mediático internacional, deberían escribir, describir y justificar el contenido de cada una de las leyes del parlamento derechista venezolano, y de esa manera probarles a los nicaragüenses que, en verdad, se trata de leyes justas, populares y constitucionales. Si no lo hacen, quedarían como meros agentes de la propaganda oficiosa de las transnacionales. Para sincerarse con sus lectores, deberían apoyar, aplaudir y defender a esa derecha sin ocultar su ideología, sino exponiéndola sin enmascararla.

Curiosidades:
a) Los miembros del Partido Resistencia Liberal Somocista, proclamó su adhesión a la séptima candidatura presidencial de Daniel Ortega. Su líder, Luis Ruiz González, dijo que solo Daniel y Somoza han sido buenos presidentes. Ya se había escuchado decir que Daniel y Somoza son la misma cosa. Lo curioso es que los somocistas esperaron la convocatoria electoral para reconocerlo.

b) Ayer 9 de mayo, se cumplieron 71 años de la derrota de la Alemania Nazi, en la que la URSS desempeñó un papel heroico, tanto que la actual Rusia capitalista lo celebró a lo grande, prevaleciendo en sus líderes más la conciencia histórica que la ideológica.

c) Una encuesta hecha entre miles de personas del Reino Unido, Francia, Estados Unidos y otros países, para saber qué conocimiento tenían sobre desempeño de las actuales potencias durante la II Guerra Mundial, el 50% dijo que el de Estados Unidos fue mayor y apenas el 14% dijo que fue el de la Unión Soviética. Ese nivel de ignorancia de la historia, es igual al nivel de esclavitud ideológica ante la propaganda.

Cronología imperial (*)
1954.- 1) Para el 18 de junio, John Peurifoy, embajador de Estados Unidos en Guatemala, ya tenía comprados a varios altos jefes del ejército guatemalteco y otros mercenarios bajo el mando de Carlos Castillo Armas. La traición se consumó, y el presidente Arbenz resignó el poder en manos del coronel Enrique Díaz.

2) El 27 de junio, Díaz, a su vez, fue defenestrado y asumió el poder una junta militar que, reunida en San Salvador el 1 de julio, acordó entregarle la presidencia de Guatemala al traidor a sueldo de Estados Unidos, Castillo Armas. Se inició entonces un baño de sangre, aún inconcluso.

3) El 24 de agosto, se suicidó el presidente Getulio Vargas, de Brasil, jaqueado por los intereses foráneos y sus agentes internos.

(Continuará)

(*) Resumida de Guía del Tercer Mundo-86.
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