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Historia de una casa de Managua

Algunas de las actividades en la Casa del Obrero, tuvieron que ver con la formación de la conciencia social y de clase de muchos trabajadores

La Casa del Obrero en Managua, al son del mambo y boleros, recibe cada domingo a aquellos que llegan a bailar y recordar sus años mozos. Foto: Archivo | Confidencial

26 de octubre 2021

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En el bazar electrónico de la Internet encontré una noticia que, cierta o no, me provocó interés: la Casa del Obrero de Managua sería desalojada por la Central Sandinista de Trabajadores, uno de los reductos del oportunismo sindical al servicio del ortegamurillismo.

Ese supuesto abandono, solo podría tener dos motivos: uno, que en premio por sus servicios a los líderes de la CST les dieron una casa mejor para sus operaciones; dos, que los estén desalojando porque su labor no compensa el valor de su mantenimiento. Por lo que fuere, la información la recibí con el mismo interés de otro nicaragüense que hubiese sido sindicalista y con más edad de los 81 años que tiene la Casa del Obrero.


Esa casa se inauguró el primero de enero de 1940.  Aparte de la certeza o falsedad de esa noticia acerca de su desalojo, la Casa del Obrero tiene un interés histórico para el sindicalismo nicaragüense.  Algunas de las actividades en la Casa del Obrero, tuvieron que ver con la formación de la conciencia social y de clase de muchos trabajadores.

La Casa del Obrero sirvió también para la recreación. En su salón principal se efectuaban bailes de aniversarios de las organizaciones gremiales, además de asambleas y congresos.  Sus espacios laterales eran locales para oficinas, reuniones de directivas sindicales, se impartían clases nocturnas para adultos y de costura para jóvenes trabajadoras.

Lo único que escapaba a la vigilancia de los administradores somocistas de la Casa del Obrero eran las actividades privadas de orden formativo ideológico que se realizaban en las oficinas, las charlas de información política sobre la lucha internacional contra el fascismo, sobre las causas de la Segunda Guerra Mundial y el curso de los frentes de guerra. Todo eso se limitaba en la información de los seis periódicos diarios de entonces.

Nada de la actividad política, incluyendo reuniones de grupos socialistas, era detectada por los agentes de Somoza porque, además de la prudencia practicada, en esa época no había micrófonos ocultos ni otros mecanismos técnicos para el espionaje. Así se burló un poco la finalidad manipuladora para la cual el dictador ordenó construir la Casa del Obrero.

II

La Casa del Obrero de Managua originalmente el dictador Somoza pensó construirla al inicio de la carretera Norte, en la misma zona en donde estaba la colonia Dambach, el hospital militar (ahora Enabás), el Club Alemán y la Cervecería Xolotlán. Managua había comenzado a adquirir “modernidad”.  Además de la exclusiva Colonia Dambach vinculada a ciudadanos ingleses, los alemanes residentes en Managua tenían su Club Alemán.

Allí estaba la cervecería Xolotlán (ahora Victoria).  En esta cervecería funcionaba “El Jardín de las Rosas” con restaurante, salón cervecero, pista de baile al aire libre, concha acústica donde se ubicaba la orquesta y se efectuaban concursos de canto.

En ese lugar triunfaron los tanguistas Carmencita Avilés y en el Ché Avilés, madre y tío de la cantautora Norma Elena Gadea. En la Cervecería operaba una emisora de radio que primero se llamó Radio Phillips, después Radio Nicaragüense. En la concha acústica se efectuaba el programa infantil ¿Quién le teme al lobo feroz? del Tío Popo (Rodolfo Arana Sándigo). Con esa pregunta el Tío Popo iniciaba el programa, cuyos “sobrinitos” respondían en coro… ¡Nadieee! Este programa era de todas las tardes y lo transmitía la Voz de la América Central.

En aquella provinciana “zona rosa”, es que Somoza había planeado construir la Casa del Obrero, pero la construyó en donde ahora está, al final de la Calle Colón, entonces una de las últimas calles al suroeste de la capital. Hacia el sur había casas como fincas suburbanas. Lejos del centro de la ciudad, como igual de lejos debía estar una casa para obreros.

III

Ese año 1940, recién el dictador había logrado casi desaparecer al novato movimiento sindical con la represión y el soborno; seis años atrás había asesinado a Sandino y empezado a manejar la demagogia social ofreciendo el Código del Trabajo para garantizarse las simpatías de los obreros, cuyo primer partido político –el Partido Trabajador Nicaragüense— algunos líderes petenistas sobornados habían ayudado a liquidarlo en 1939.

Sin embargo, la apertura de la Casa del Obrero significó una nueva oportunidad para el renacimiento del sindicalismo. Los somocistas que administración del local no pudieron evitar las reuniones de los sindicatos organizados por viejos y nuevos cuadros socialistas, quienes, lógicamente, trataban de esconder su militancia política para poder efectuar su labor organizativa. Esta actividad también se podía hacer en lugares particulares, pero corriendo riesgos de seguridad, además de que una actividad sindical no concuerda con el clandestinaje.

En la Casa del Obrero se reorganizó y revitalizó el sindicalismo independiente, se efectuó el congreso constituyente de la primera Confederación de Trabajadores de Nicaragua con delegados de todo el país (febrero 1946). Los somocistas también hacían sus actividades gremiales en la misma casa, pero eran menores.

La promulgación del Código del Trabajo (febrero 1945) provocó un fenómeno político social. Esta ley significó la realización de una vieja demanda obrera por la legalización de sus actividades, pues era frecuente que los conflictos laborales se “resolvieran” en los cuarteles de la Guardia Nacional.

Crecieron en número y militantes los sindicatos, pero menos había crecido la conciencia de clase, porque su crecimiento orgánico se produjo bajo la ilusión de los obreros en torno al Código del Trabajo. Creyeron que significaría el principio del fin de las injusticias sociales.

Ante una realidad social injusta inalterable, el Código del Trabajo solo era un remedio poco efectivo. La resistencia patronal a cumplir aquella “ley comunista” como los patronos la llamaban, y con la complicidad del Ministerio del Trabajo de la dictadura, se acabó el espejismo y comenzó la deserción entre los nuevos sindicalistas.

Además, en 1946 la dictadura apresó y expulsó del país a un grupo de dirigentes sindicales y en 1948 ocurrió el encarcelamiento masivo de más 300 sindicalistas de toda Nicaragua.

IV

Casi a la par del encarcelamiento masivo del 48, los directivos somocistas de la Casa del Obrero clausuraron el derecho de reunión a los sindicatos independientes y en sus paredes pusieron rótulos con nombres de los dirigentes “comunistas” que no podían entrar.

Los treinta años siguientes fueron de lucha con caídas y levantadas para hacer crecer el sindicalismo independiente frente a la represión combinada de la patronal y del Estado dictatorial.  También tuvo luchas internas con el oportunismo, desviaciones y divisiones, pero nada pudo evitar su crecimiento hasta coincidir con la derrota de la dictadura en 1979.

Aquí, en Confidencial (el 07/09/21), describí cómo fue el nacimiento de la Central Sandinista de Trabajadores y su caída en manos de oportunistas que pusieron los sindicatos al servicio de esta otra dictadura.

Esa CST que presuntamente abandonaría la histórica Casa del Obrero de Managua es la “José Benito Escobar”.  Hay otra CST, la cual se presta al interés orteguista de mantener dividido incluso a su sindicalismo para reinar sobre la clase obrera, pero no le conozco su lugar de operaciones pro dictatoriales.

Algunos eventos más en la Casa del Obrero…

Al margen de estas cuartillas

*El fundador de la dinastía, Anastasio Somoza García, llegó a la Casa del Obrero un 23 de mayo de 1944…

*El dictador buscaba apoyo para su reelección en el congreso unitario promovido por el Comité Intergremial Obrero que se efectuaría el 26 de mayo….

*El congreso le negó el apoyo para su reelección, pero aprobó un “voto de confianza”, por su promesa de promulgar el Código del Trabajo que ya se discutía en el Congreso Nacional...

*Su reelección no prosperó por el rechazo popular nacional, encabezado por el movimiento universitario de la generación estudiantil del 44…

*Somoza García renunció a la reelección y nombró a Leonardo Argüello como candidato de su partido liberal…

*Impuso a su candidato con un escandaloso fraude en las elecciones de noviembre 1946, contra Enoc Aguado, liberal independiente y candidato de la alianza con los conservadores…

*Argüello tomó posesión el primer de mayo de 1947, y fue derrocado por Somoza García, 27 días después…

*De la Casa del Obrero arrancó la primera y más grande manifestación sindical para celebrar en la Plaza de la República el Día Internacional de los Trabajadores, 1945…

*Asistieron unos 35 mil sindicalistas, bastante para la pequeña población de la Managua entonces…

*Varios mítines para escuchar a dirigentes invitados, entre ellos Carlos Luis Fallas, costarricense autor de la novela Mamita Yunai, Víctor Cordero, diputado costarricense y el cubano batistiano Álgel Cofiño…

*El poeta español León Felipe, ofreció un recital una noche de un día de los primeros años 1950, por invitación de los sindicatos independientes…

*Con ese recital de León Felipe, los sindicatos independientes empezaron a romper la prohibición impuesta por los somocistas…

*El 12 de febrero de 1962, se efectuó el VI Congreso de la Federación de Trabajadores de Managua, un evento tras la unificación de los sindicatos en una central sindical nacional…

No obstante, tanta historia sindical y política transcurrida bajo su techo, la Casa del Obrero no se puede quitar la marca de cuatro dictaduras: las tres dinásticas de los Somoza y la dinástica de Ortega que se consolida con tres reelecciones suyas y dos de su consorte.

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Onofre Guevara López

Fue líder sindical y periodista de oficio. Exmiembro del Partido Socialista Nicaragüense, y exdiputado ante la Asamblea Nacional. Escribió en los diarios Barricada y El Nuevo Diario. Autor de la columna de crítica satírica “Don Procopio y Doña Procopia”.

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