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La solidaridad y la mujer

La solidaridad de la mujer tiene todas las fuerzas de Hércules de las que pretende tener la falsa solidaridad del orteguismo

Onofre Guevara López

28 de octubre 2015

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Contrario a lo que se supone, las buenas ratas, las que aprecian su condición, saltan del barco aunque este no se esté hundiendo, sino cuando sus instintos alimentarios se lo recomiendan. No es por nada, pero no pude imaginar otra cosa, pese a la mucha buena intención que le puse al asunto, cuando leí que el Asesor Presidencial para Asuntos del Cosep (Apresaco), ya tiene su “plan B” en caso cambiara el escenario político con las próximas elecciones en Venezuela, y la colaboración de Petrocaribe.

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Sospechosa actitud nada solidaria de un aliado político que cree más en las informaciones prefabricadas del ejército mediático internacional, enemigo de su aliado, que en la firmeza de este. Y, sin reparo alguno, se traga el cuento de que unas elecciones parlamentarias, en el hipotético caso de que las ganara la derecha, podría cambiar la política internacional del gobierno. Pero su opinión no nace de una escasa información, sino de una excesiva conducta oportunista, pues en vez de acentuar la solidaridad con el aliado (en un supuesto caso de peligro)… ¡corre en post de la “ayuda” de los enemigos de su aliado!

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¿Quiénes están dispuestos a comprar voluntades políticas, en busca de fortalecer su cruzada anti venezolana, sino los organismos financieros dominados por el imperio, el BM y el FMI? Es hacia ellos que apunta la nariz del flamante asesor presidencial “revolucionario”, con el aval de otros organismos del sistema bajo el brazo. Y no le fallarán: le prestarán lo que quiera, y el asesor pedirá lo que ambiciona, porque los préstamos leoninos acostumbrados no los pagará él ni el gobierno, sino el pueblo nicaragüense con el costo extra de la pérdida de la autonomía nacional.

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Parecerá una casualidad, pero no la es: el más grande capitalista venezolano, Lorenzo Mendoza, y el economista autor del “plan de ajuste” de 1989 que provocó el Caracazo, Roberto Hausman, clamaron en estos mismos días por la “ayuda sustancial” de 40 mil a 50 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional para “resolver” el problema venezolano. Como intermediarios que son, ellos se quedarían con el préstamo y el poder, mientras Venezuela lo pagaría con su petróleo y sin poder saldar la deuda social histórica de la derecha con el pueblo. El venado ni siquiera piensa en dejarse matar… ¡y sus enemigos ya le están vendiendo el cuero al FMI!

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Se parecen tanto los capitalistas y los políticos a su servicio de todas partes del mundo. En Nicaragua, el Asesor Presidencial para Asuntos del Cosep, ya anda vendiendo el cuero de un aliado que no podrán matar. Por su lado, el Cosep define sus tareas: hacer sus gestiones y arreglos con el poder como el diálogo y el consenso para fortalecer la institucionalidad económica (a costa de la institucionalidad del país); avanzar socialmente (en contra los derechos sociales), y condenar la violencia de los reclamantes (mientras aplauden la violencia de quienes los reprimen). ¡Qué bien está funcionando el Aprosaco!

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En condiciones tales de mentiras e injusticias contra los más débiles, se está llegando a las cosas más absurdas: para justificar la violencia y la persecución de la Policía contra los mineros en El Limón, dicen que uno de ellos hizo intento de violación en perjuicio de una mujer policía. Ante injusticia de este tipo, Cervantes puso en el personaje Sancho Panza –hace 400 años— una forma sencilla de encontrar la verdad.

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Siendo Gobernador de su ínsula, una mujer llegó a pedirle justicia, porque “este mal hombre me ha cogido en la mitad de ese campo y se aprovechó de mi cuerpo y, ¡desdichada de mí!, me ha llevado lo que yo tenía guardado más de veinticinco año ha…” Sancho Panza impartió su justicia: condenó al hombre y le ordenó entregase a la mujer una bolsa con los únicos 20 ducados que andaba, en compensación. Después que la mujer se va feliz con su indemnización, Sancho llamó al condenado y le aconsejó que siguiera a la mujer y le quitara la bolsa…

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Alegre, el hombre buscó hacer realidad el consejo del Gobernador; pero al poco tiempo se apareció la mujer con el hombre a denunciarlo por haber intentado quitarle la bolsa. Fue entonces que se cumplió el fallo justo de Sancho Panza, diciéndole a la mujer: “Hermana mía, si el mismo aliento y valor que habéis demostrado para defender esta bolsa lo mostrarais, y aun la mitad menos, para defender vuestro cuerpo, las fuerzas de Hércules no os hicieran fuerza…”

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¿Alguien imagina a un obrero desarmado y perseguido, intentando violar a una policía anti motín armada hasta los dientes? ¡Ni con las fuerzas de Hércules! Mientras aparece la mujer policía “formalizando” su denuncia, hablemos de otras mujeres, de las que merecen ser aplaudidas: las esposas, novias, compañeras, hermanas y parientas de los mineros atropellados, quienes están siendo capaces de defender sus derechos sociales y civiles frente a los policías represores. Sus compañeros las han reconocido merecidamente, así: “El mejor fortín son las mujeres: ellas pelean, los policías se meten a sus casas y no se atreven a sacar a los obreros; de esta forma han salvado a varios.”

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Oportuno para recordar que las mujeres vendedoras de los mercados San Miguel y Central de los años 40, fueron las únicas protectoras de los estudiantes de la Universidad Central ante la persecución de la Guardia. Después, desde los primeros años 50, ellas también sostuvieron varias huelgas obreras con su solidaridad económica. (Aviso necesario: no confundir aquella solidaridad que sirvió para evitar que la injusticia se impusiera por hambre, con la falsa solidaridad orteguista que manipula el hambre para imponer su injusticia).

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El concepto y la práctica de la solidaridad de las mujeres de los mercados –como la solidaridad de las mujeres de El Limón—, ha sido determinante a favor de las justas luchas de siempre. Es que, la solidaridad de la mujer tiene todas las fuerzas de Hércules (¡y aun la mitad más!) de las que pretende tener la falsa solidaridad del orteguismo con su Sineopresor…

Cronología imperial (*)

1910.- 1) El 22 de enero, desembarcaron marines en el puerto de Corinto, en el Pacífico nicaragüense, para “inducir” la renuncia de José Madriz. Este se resistió y sus tropas acorralaron a los insurrectos de Bluefields, foco de la revuelta.

2) Madriz estaba a punto de triunfar, cuando el comandante del “Pachucah” notificó a las tropas gubernamentales que no podían sitiar la ciudad ni reducir el fuerte de El Bluff, porque la lucha podría afectar bienes y vidas estadounidenses en la región (como si estuvieran en su propio país, y no interviniendo en el ajeno). De este modo, Estrada y Chamorro se salvaron de una derrota militar.

3) El 20 de mayo, dimite Madriz de su cargo, ante su impotencia para enfrentar la continuada injerencia yanqui en los asuntos internos de Nicaragua. Los marines presentes en Managua, acolchonaron la entrada de los conservadores y designaron a Estrada como presidente.

4) En Honduras, una insurrección justifica el nuevo desembarco de marines gringos. Taff impone, como lo hizo en República Dominicana su antecesor Roosevelt, la intervención de las aduanas hondureñas, a cargo de Thomas G- Dawson.

1911.- El 22 de febrero, nuevo desembarco de marines en Corinto, Nicaragua, para “obtener información acerca de las condiciones reinantes en el país”. Este burdo pretexto, hasta entonces era inédito, aunque nunca les faltaron pretextos a los interventores.

(Continuará)
(*) Resumida de Guía del Tercer Mundo-86.

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Onofre Guevara López

Onofre Guevara López

Fue líder sindical y periodista de oficio. Exmiembro del Partido Socialista Nicaragüense, y exdiputado ante la Asamblea Nacional. Escribió en los diarios Barricada y El Nuevo Diario. Autor de la columna de crítica satírica “Don Procopio y Doña Procopia”.

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