7 de julio 2021
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A cuatro meses de las elecciones generales de Nicaragua, la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua manifestó que "con tristeza" han constatado "nuevamente la migración de nicaragüenses en su gran mayoría jóvenes por persecuciones políticas".
Los religiosos lamentaron la nueva ola migratoria de nicaragüenses recordando la homilía del 27 de junio de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa.
"Hoy Nicaragua no solo tiene miedo, tiene terror, angustia y zozobra. ¡Cuántos nicaragüenses piensan que hemos entrado en un túnel, a una noche de oscuridad! ¡Cuánto miedo a la noche! La noche se ha convertido en sinónimo de miedo y terror", dijo monseñor Álvarez durante la misa dominical en la catedral de San Pedro en Matagalpa.
"Respeto al voto del pueblo"
A la vez los religiosos exigieron "respeto al voto del pueblo"; para que los resultados de las votaciones, previstas para el 7 de noviembre, representen " la voluntad de los ciudadanos expresada en comicios libres".
En un mensaje publicado este miércoles, cuando el régimen gobernante ha capturado a 26 rehenes electorales entre los que se encuentran seis precandidatos presidenciales opositores, el clero arquidiocesano abogó por "el respeto a los derechos humanos de todos los nicaragüenses, de los injustamente detenidos y por la inmediata restitución de sus derechos civiles".
Además, la Arquidiócesis de Managua instó los nicaragüenses a "continuar practicando la caridad, la justicia y resistiéndose a la tentación de caer en la violencia".
La Conferencia Episcopal de Nicaragua también se pronunció recientemente sobre la celebración de elecciones en Nicaragua. En su mensaje del 11 de junio pasado, los obispos llamaron a evitar que en el país se "institucionalicen la restricción arbitraria e ilegal a las libertades ciudadanas, la persecución contra opositores y medios de comunicación, la persistente situación de injusticia, leyes en detrimento de los derechos humanos, asedio y hostigamientos políticos".
"Rechazamos todo aquello que pretenda dañar la paz, fundamentada en la justicia y el respeto a los derechos humanos", afirmó entonces la Conferencia Episcopal en un mensaje en el que aseguraron compartir "íntimamente con el pueblo sus angustias y anhelos frente a la amenaza de la pandemia de covid-19, la grave crisis institucional, política, económica y delante del panorama de las próximas elecciones".
Sin embargo, el régimen gobernante ha continuado los arrestos a líderes opositores, asfixiando a los partidos políticos opositores y hostigando a la población que no milita en el partido de gobierno.
Los últimos detenidos fueron el precandidato presidencial Medardo Mairena, junto con los líderes campesinos Pedro Mena y Freddy Navas y los estudiantes universitarios Lesther Alemán y Max Jerez. A ellos la Policía los acusa de una serie de delitos que supuestamente habían ocurrido en 2018 y por el delito de traición a la patria.
Entre los detenidos también se encuentran seis precandidatos presidenciales, dos exvicecancilleres, dos históricos exguerrilleros sandinistas disidentes, dos exdiputados, un exdirigente empresarial, un banquero, cuatro dirigentes opositoras, un cronista deportivo, dos extrabajadores de una ONG y un conductor particular.
La mayoría de los detenidos permanecen incomunicados desde hace un mes y sus familiares han denunciado que la Policía no les recibe ninguna clase de alimentos. Además en los juzgados les niegan toda clase de información relacionada a los procesos judiciales, pero han conocido sobre algunas audiencias que se han realizado de forma secreta.
También, el Poder Judicial amplió el periodo investigativo hasta los 90 días en contra de todos los opositores detenidos.
