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Mensaje episcopal sobre proceso electoral: “fuerte y claro”

Mensaje episcopal encierra llamado a discernir y actuar, afirma López Vigil; “está clarísimo y es muy fuerte”, estima Najlis

El cardenal Leopoldo Brenes y el obispo de Granada, Jorge Solórzano, al leer el mensaje episcopal sobre el proceso electoral. Carlos Herrera/Confidencial.

Arlen Cerda

27 de agosto 2016

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El mensaje de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), publicado este veintidós de agosto a propósito de las próximas elecciones nacionales, previstas para el seis de noviembre, es claro y contundente, según las teólogas María López Vigil y Michelle Najlis, a pesar de que algunos sectores sostienen que los obispos están divididos sobre el tema electoral y critican el tono “tímido” de este último documento.

Hasta este lunes, todos los mensajes de la Conferencia previos a un proceso electoral habían exhortado claramente a ejercer el derecho al voto. El hecho de que los obispos esta vez hayan llamado a “votar o no votar o votar por determinada opción”, es “tremendamente novedoso” y encierra un llamado a discernir y actuar para construir la ciudadanía nicaragüense, afirma López Vigil.


“Yo esperaba más, porque siempre esperamos según nuestros deseos", confiesa. Sin embargo, la periodista y teóloga desmenuza el mensaje episcopal y sostiene que en su esencia este incluso contradice el “libro blanco” sobre el actual proceso, que ese mismo lunes el gobierno presentó en Managua al cuerpo diplomático y misiones internacionales acreditadas en el país.

Najlis agrega que los obispos han expresado una posición clara sobre el proceso, que a la vez “es respetuosa” de la decisión que tome cada nicaragüense. “Es breve, pero (el mensaje) está clarísimo y es muy fuerte. A buen entendedor, pocas palabras”, valora.

Mensaje desmiente “libro blanco” del gobierno

Los obispos justificaron su mensaje reciente indicando que “ante las situaciones de hecho creadas por decisiones irregulares en torno a las próximas elecciones que han originado posturas y reacciones muy diversas en la población”, se expresaban para “iluminar en este momento histórico”, pero evitaron hacer un llamado específico a votar. “Que cada uno decida y actúe desde el interior de su conciencia, libremente y sin miedo a ningún tipo de coacción exterior”, exhortaron.

López Vigil asegura que “cuando los obispos dicen ‘situaciones de hecho’ significa ilegalidades ‘creadas por decisiones irregulares’. No dicen arbitrariedad, no dicen abusos de autoridad o poder. Sin embargo, esto contradice de entrada lo que el gobierno afirma en el libro blanco. Los obispos parten de una situación irregular, con la cual vamos al proceso electoral”.

En las elecciones de noviembre, el comandante Daniel Ortega busca un tercer período presidencial consecutivo, en compañía de su esposa Rosario Murillo como candidata a vicepresidenta. La opositora Coalición Nacional por la Democracia, que aglutina a nueve movimientos partidarios, incluyendo el segundo grupo más votado en las elecciones de 2011, fue excluida del proceso, para el cual Ortega también ha desacreditado y prohibido la observación electoral nacional e internacional independiente.

En el llamado libro blanco, el gobierno niega que en el actual proceso falte pluralismo político y transparencia, y descalifica y ataca a la oposición que fue excluida del proceso.

El ex vice canciller Víctor Hugo Tinoco estima que el documento “es la admisión tácita del gobierno de que la lucha política es entre el régimen y la oposición que está fuera de la institucionalidad del Estado, llámense partidos políticos, movimientos sociales u organizaciones de la sociedad civil” y que es a esa oposición que excluyó a la misma que está atacando.

A juicio de la experta en Derecho Constitucional, Azahálea Solís, el gobierno también les da la razón porque el texto se reduce a “una sarta de epítetos, sin argumentación jurídica ni política y sin objetividad en el análisis que quieren presentar”.

Llamado a discernimiento encierra significado

La Coalición y diversos sectores de la sociedad civil reclaman que bajo las actuales condiciones del proceso electoral, la votación del seis de noviembre “una farsa” y han declarado la “nulidad absoluta” del proceso, para exigir uno nuevo que sea incluyente, justo y transparente, tal como establece la legislación nacional. Además, han convocado a la población a abstenerse de forma consciente y activa, aunque otra parte sugiere ir a las urnas y anular el voto.

López Vigil estima que los obispos “recogen el ser o no ser, that the question, que hay hoy en nuestro país, que es votar o no votar”. Además, enfatiza que “ningún mensaje de la Conferencia Episcopal en años anteriores previos a un proceso electoral dejaba de exhortarnos a todos a participar, a votar, y eso es novedoso y tiene un significado”.

Najlis juzga que el mensaje de los obispos es claro para leer. “Piden decidir y actuar libremente, decidir según lo más conveniente para el país, valorar si la decisión abona al pluralismo y la democracia, insisten en tener conciencia y que la paz no es abstracta, sino fruto de la justicia social… todo está ahí y si no se ve, es porque no quieren verlo”, señala.

López Vigil no pone en duda que el mensaje episcopal expresa la inconformidad de los obispos con el proceso. “Han dicho hasta donde han podido, dado los miedos, temores, presiones y distintos puntos de vista que hay entre ellos”, afirma en relación a los rumores sobre la división entre los obispos y las críticas a la firmeza de su último mensaje.

No esperar ni conformarse, sino construir ciudadanía

En su mensaje pastoral, los obispos animaron a “no perder nunca la esperanza, sobre todo en los momentos más oscuros y adversos”.

Sin embargo, indicaron que “tener esperanza no es cruzarse de brazos. No es resignarse pensando que la realidad no puede ser mejor ni ser indiferentes pensando que no podemos hacer nada por mejorarla” y agregaron: “No hay que ser espectadores de la historia, sino protagonistas de la misma”.

López Vigil reconoce que “se nos ha trasladado que el papel de un cristiano es aceptar la voluntad de Dios, conformarnos con esa voluntad”, pero explica que con estas líneas los obispos están expresando que “ser ‘protagonista de la historia’ supone que yo voy a participar, voy a luchar, a movilizarme, a informarme. Que la esperanza efectivamente no es estar ‘cruzado de brazos’, sino practicar todo lo que es construcción de ciudadanía, aunque los obispos no lo digan ahí”.

Najlis, también miembro del Grupo de los 27 que ha calificado las elecciones como una “mascarada”, estima que el llamado a la abstención no debe interpretarse como cruzarse de brazos, porque el llamado opositor es una abstención consciente de la realidad política, como recurso legítimo para demandar un nuevo proceso electoral.

 

“El magisterio de la Iglesia”

*Antes del mensaje de este lunes, los obispos emitieron un comunicado en junio y entregaron a Ortega una cuarta con más de cuarenta puntos sobre la realidad nacional.

La periodista y teóloga María López Vigil explica que el magisterio de la Iglesia enseña que todo lo que la Iglesia dice sobre un determinado tema es parte de un compendio, es decir que un mensaje no elimina a otro y que hay documentos más completos e importantes, de los cuales se desprenden otros.

“Este mensaje (del 22 de agosto) no es el más importante ni el único. Hay que recordar el mensaje de hace dos años (que los obispos entregaron a Ortega en mayo de 2014). Ese documento fue mucho más extenso y completo y tiene vigencia por su solidez y extensión”, recuerda.

En mayo de 2014, además de proponer la organización de un “gran diálogo nacional”, los obispos pidieron a Ortega que iniciara una “profunda reforma política de todo el sistema electoral del país”.

“Le pedimos con todo respeto que ofrezca su palabra de honor para garantizar en el 2016 para Nicaragua un proceso electoral presidencial absolutamente transparente y honesto, con nuevos y honorables miembros al frente del CSE, en el que brille sin ningún tipo de duda, la voluntad popular; con un sistema de cedulación independiente del mismo CSE que le garantice a cada nicaragüense su cédula en tiempo y forma antes de las elecciones; y con un proceso electoral abierto irrestrictamente a observadores de instituciones nacionales y extranjeras”, exhortaron los obispos.

Más de dos años después, Ortega no ha se ha referido al documento y ha actuado contrario a la petición de la Conferencia y la demanda ciudadana.

Más recientemente, en junio pasado, los obispos también publicaron un comunicado en el cual alertaron que “todo intento por crear condiciones para la implantación de un régimen de partido único en dónde desaparezca la pluralidad ideológica y de partidos políticos es nocivo para el país, desde el punto de vista social, económico y político”.

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Arlen Cerda

Arlen Cerda

Periodista. Desde 2003 ha trabajado en medios tradicionales y digitales.

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