8 de octubre 2021
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El llamado a la comunidad internacional a desconocer los resultados de las elecciones del próximo 7 de noviembre en Nicaragua, realizado este jueves por líderes opositores en el exilio —que consideran el proceso como una “farsa” de Daniel Ortega y Rosario Murillo para seguir en el poder—, es “un mensaje de esperanza” al pueblo de Nicaragua y una advertencia al régimen de que “la oposición no está desarticulada” y “continúa trabajando” por la unidad, según algunos dirigentes opositores que se dieron cita para leer una declaración conjunta de la autodenominada “Oposición Democrática Nicaragüense”.
Tras una conferencia de prensa en San José, Costa Rica, Ana Quirós, de la Articulación Feminista de Nicaragua, valoró que la declaración es “un primer esfuerzo de unidad en acción”, que busca mostrar al mundo que los nicaragüenses “somos capaces de ponernos de acuerdo” en puntos básicos.
El documento fue firmado por: la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB); el Frente Democrático Nicaragüense (FDN); el Movimiento Campesino (MC); la Articulación de Movimientos Sociales (AMS); la Unión Democrática Renovadora (Unamos); la Iniciativa por el Cambio (IPC); la Asociación Médica del Exilio de Nicaragua; la Asamblea Nicaragüense por la Democracia (AND); y la Fundación Nicaragüense Americana para el Desarrollo (Funadec).
La opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) y el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) argumentaron que no firmaron la declaración por “temas de seguridad”, y para evitar represalias contra sus integrantes que continúan en Nicaragua.
Alexa Zamora, de la UNAB, explicó en el programa Confidencial Radio que el objetivo de este “espacio de confluencia” es identificar “grandes áreas de trabajo” como: exigir la liberación de los presos políticos, declaración de ilegitimidad del resultado de las votaciones y movilizaciones en el ámbito internacional.
Puntos de convergencia
El primer punto en que convergen los opositores, tras el encarcelamiento de 37 de políticos, opositores y extrabajadores de onegés en el marco del proceso electoral, es en evidenciar que las votaciones del 7 de noviembre no son más que “un fraude”, y para ellos invitaron a la población a no asistir a los centros de votación y a fiscalizar a los partidos colaboracionistas que participan en esta elección.
Nemesio Mejía, del Movimiento Campesino, relató en el programa Confidencial Radio que algunos miembros de esa organización —que se encuentran en Nicaragua— han sido contactados por los partidos “zancudos" para ofrecerles dinero a cambio de que formen parte de su tendido electoral.
“Los llaman y les dicen: 'necesitamos que seas fiscal de mesa, te vamos a pagar 500 córdobas, si no querés llegar ese día al centro de votación no llegués, pero necesitamos llenar esta ficha”, apuntó.
Basado en su experiencia, el líder campesino cuestionó: “¿Qué es lo que están haciendo estos partidos políticos? Están prestándose a llenar una ficha, porque ya sabemos que van a tener una cuota” de diputaciones. No obstante, “nosotros como Movimiento Campesino, y le hacemos el llamado a Nicaragua, no vamos a prestarnos esta farsa”, subrayó.
Previo al proceso electoral en Nicaragua, las organizaciones surgidas de las protestas masivas de 2018 fracasaron en su intento de unidad. En un primer momento crearon la Coalición Nacional que prometía convertirse en la fuerza política que le arrebataría el poder a Ortega y Murillo, meses después terminó desintegrándose por desavenencias entre las partes y los dos partidos políticos que se perfilaban como vehículo electoral fueron despojados de su personería jurídica.
En la declaración, los opositores expresan también su “repudio y desconocimiento” de las elecciones, ya que consideran que el proceso es “ilegítimo y nulo”, y solicitan a los países de la Organización de Estados Americanos (OEA) que ejerzan “las presiones diplomáticas y económicas necesarias” para suspender al régimen de la organización regional.
Los opositores solicitan también a la OEA que convoque a los cancilleres de la región, en el marco de la Asamblea General Ordinaria a celebrarse el 10 de noviembre en Guatemala, para aprobar “una resolución sobre la ilegitimidad y no reconocimiento de los resultados de la farsa electoral del 7 de noviembre de 2021 y la aplicación del Artículo 21 de la Carta Democrática”, se lee en el texto.
Evidenciar el fraude
María Laura Alvarado, del consejo político de la UNAB, indicó al programa Esta Noche, que a pesar que algunos de sus líderes están presos y otros han tenido que exiliarse por razones de seguridad, las bases de la organización “continúan organizándose en los territorios” de Nicaragua.
Frente a las votaciones, Alvarado precisó que “hay organizaciones aliadas que están realizando esfuerzos para monitorear y denunciar todas las irregularidades que se presenten en el proceso”, lo que ayudará a demostrar a la comunidad internacional porqué las elecciones en Nicaragua no son un proceso legítimo.
“La ausencia de electores va a ser la primera gran muestra (del fraude)”, advirtió Quirós. “Lo segundo va a ser la actuación de los partidos zancudos, que es lo que se está evidenciando desde ya, con la presencia de gente que ni siquiera era miembro de esos partidos. Entonces, ya hay una serie de elementos (fraudulentos) y hay organizaciones que se han dedicado a recoger información, a estar observando”, agregó.
Marcela Guevara, del Movimiento Autoconvocado, instó a la sociedad nicaragüense a no desesperarse y seguir adelante, pese a que los principales líderes de la oposición se encuentran en la cárcel. “Yo sé que hemos estado golpeados, sé que nos ha dolido mucho que no lográramos muchísimas cosas, pero también sé que debemos seguir firmes”, subrayó.
Guevara también indico el movimiento al que pertenece continúa trabajando de forma virtual. “Hemos estado cuidándonos, pero no estamos dormidos, seguimos trabajando”, apuntó.
