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Familias sortean regreso a clases en medio del alza imparable en costo de la vida: “No alcanza”

Cuatro madres relatan sus esfuerzos para enviar a sus hijos a clase; CID Gallup: “Alimentos que son parte de dieta diaria tienen precios prohibitivos”

El año escolar 2023 de Nicaragua fue inaugurado el pasado lunes 23 de enero. Foto: EFE / Jorge Torres

29 de enero 2023

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La pobreza en que vive alrededor de la mitad de las familias en Nicaragua, agravada por el alza imparable en el costo de la vida, empuja a la población –principalmente mujeres a cargo del hogar– a hacer los esfuerzos más grandes para alimentar a sus hijos y nietos, con el agravante de enero, en que hay que desembolsar miles de córdobas más para que los niños tengan lo que necesitan para regresar a clases.

Tres madres y una abuela que residen en Managua, Ticuantepe y San Marcos conversaron con CONFIDENCIAL sobre el incremento del costo de la vida en Nicaragua, que convierte la canasta básica en un “lujo”. Todas ellas tienen responsabilidades de alimentar y enviar a clases a sus hijos o nietos.

Todos ayudan, pero no alcanza para el gasto del hogar


En noviembre de 2022, Verónica Escobar comenzó a trabajar en una clínica podológica, con la esperanza de que sería contratada. En vez de eso, en enero le dijeron que era muy probable que la despidieran.

Mientras sus empleadores toman una decisión, ella sigue laborando, recibiendo 52 córdobas por cada paciente que atiende. Un día de esta semana atendió a tres pacientes. A veces, ninguno. Con todo, tiene la esperanza de mantener el empleo, porque “me hicieron tomar un curso de podología de cinco meses de duración, pagando diez dólares de matrícula, y 20 de mensualidad, más un montón de herramientas caras que hay que comprar”, relata.

Aunque su esposo y dos de sus hijos trabajan, no siempre generan ingresos para complementar entre todos el gasto del hogar. La pareja tiene tres hijos, pero el regreso a clases solo representó gastos adicionales para la menor (15), que está en quinto año de secundaria.

En su caso, pudo dotarla de faldas cosidas por su hermana, que se las vendió en 220 córdobas. Aparte, le compró camisas tipo polo en 180 córdobas; zapatos en 160; tres pares de calcetas por 50; una mochila de tela en 400; y una decena de cuadernos universitarios de los que seis, le costaron 28 cada uno, y otros cuatro valorados en 46 por unidad.

“No le he comprado todo lo que necesita, a la espera de ahorrar un poco. Es un descanso ya no tener que uniformar a los mayores (él, de 17; ella, de 22)”. Él no entró a la universidad, y eligió estudiar inglés, por razones laborales. “La mayor quiere irse a Canadá, porque dicen que hay mejor trato para los migrantes, y mejores oportunidades”, refiere.

Encuesta confirma carestía de la vida en Nicaragua

El 68% de los nicaragüenses considera que el costo de la vida ha subido “algo” o “mucho” durante los últimos meses en Nicaragua, según los datos de una encuesta de la firma CID Gallup, hecha en la primera quincena de enero. Así, las estadísticas corroboran el drama que viven miles de familias en todo el país para alimentar a los suyos, en un contexto en el que también el 57% opina que la economía familiar está “peor”.

En diciembre de 2021, el costo de la canasta básica de 53 productos que mide el gubernamental Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide), se calculaba en 16 255 córdobas (457.99 dólares, al cambio promedio de ese mismo mes). Un año después, en diciembre de 2022, su costo se había elevado en 16.8% hasta los 18 981 córdobas, o 524.31 dólares, con base en el tipo de cambio oficial que dicta el Banco Central de Nicaragua.

“La percepción del costo de vida está relacionada con la estimación del rumbo del país: si el país va por el rumbo correcto se tiene una condición económica mejor. No obstante lo anterior, alrededor de siete de cada diez informantes –en especial mujeres– considera que los precios de los artículos básicos del hogar han aumentado mucho”, señala la encuestadora.

Los datos de la encuesta muestran que la percepción negativa sobre el rumbo de la economía es mayor entre las mujeres (73%) que entre los hombres (62%); y que el segmento etario de 25 a 39 años (a quienes la empresa especializada identifica como padres y madres de familia con hijos escolarizados que alimentar), se siente más golpeado por los efectos de la crisis: el 72% de ellos resiente el alza en el costo de la vida, mientras que solo el 68% de quienes tienen entre 16 a 24 años, y el 64% de los mayores de 40, piensa igual.

“La economía del país está en crisis; el desempleo les priva de contar con dinero para los gastos básicos. Los alimentos que son parte de la dieta diaria ya tienen precios prohibitivos: queso, frijoles, carne, verduras, leche, son productos que eran de consumo diario y ahora pueden considerarse un ‘lujo’. A esto se le suma, el aumento en el costo de la energía eléctrica, agua, transporte”, complementa el informe de la firma costarricense.

La encuesta, en la que los nicaragüenses evalúan “cada vez peor” a Daniel Ortega, tiene un margen de error de +/- 2.78 puntos, se llevó a cabo entre el 3 y 16 de enero de 2023. Se realizaron 1204 entrevistas vía teléfono móvil, entre las 8:30 a. m. y las 8:00 p. m. 

Reciclando cuadernos y mochilas

Isabel es una profesora de primaria que vive y da clases en Ticuantepe. Tiene dos niños: el menor, que está en segundo grado, y la mayor, que está en cuarto. Vive con su compañero.

Los niños estudian en el colegio privado en el que ella trabaja, lo que le permite tenerlos cerca, y hacer el viaje de ida y regreso con ellos. Eso le representa un alivio temporal a sus finanzas, porque el colegio le dio libros al crédito (242 dólares), así como una parte de los uniformes de los niños (36 dólares), deuda que podrá pagar en nueve cuotas, con su salario de 6700 córdobas mensuales.

“Estamos forrando y reciclando los cuadernos que no se terminaron el año pasado para usarlos este, así que solo tuvimos que comprar seis cuadernos. ¿Mochilas? Llevan las del año pasado. Se les compró loncheras, lápices de colores y de grafito, estuches geométricos, camisolas y calcetines. Solo en zapatos para ambos y pantalón para el niño, gastamos 1200 córdobas”, detalla.

Aunque la pareja tenía previsto gastar 6000 córdobas, al final no les alcanzó para comprar las mascarillas. Suman a eso, el costo de las meriendas de todos los días. “Por suerte, pueden ir caminando hasta el colegio, que no les queda muy lejos”, comenta.

Niños en Managua asisten a su primer día de clases del ciclo escolar de 2023. Foto: EFE / Jorge Torres

Alistarlos para la escuela: Él sale más caro que ella

Elena Ticay es una madre soltera que tiene tres hijos, por lo que, darles de comer –o más difícil aún, ver que sanen cuando están enfermos– es una tarea más ardua a la que no puede darse el lujo de renunciar, así que tener que cubrir una canasta básica cada vez más cara, es un esfuerzo cuesta arriba que trata de resolver vendiendo frutas y verduras en casa, aunque tuvo la suerte de trabajar unos días en una tienda de ropa en el mercado Iván Montenegro.

El mayor de sus tres hijos, de diez años de edad, está en quinto grado. La niña de seis, comenzó primer grado. El más pequeño todavía no va a clase. Por suerte, porque “ahora todo está más caro”, dice esta madre soltera que habita en el Distrito 7 de Managua, observando que también este año, los uniformes que usan sus hijos están más caros.

Tirando de memoria, relata que el pantalón de varón cuesta 340 córdobas, la camisa 140, la camiseta 180, y las camisolas 135. El buzo le costó 230, y la mochila a 450 “la más barata, aunque la mayoría estaban en 600”. Halló el par de zapatillas en 480 córdobas. En el caso de la niña, halló faldas en 250 córdobas, el buzo en 180 y una mochila en 380, también “la más barata. En la mayoría de los casos me pedían 480 o 500 córdobas”.

Los cuadernos medianos, que el año pasado costaban 40 córdobas por unidad, —comprando por docena—, este año salen a 50 córdobas. Aunque no le han pedido que les compre libros, sabe que tendrá que adquirir diccionarios, estuche geométrico, papelógrafos, papel crepé y un libro ‘Pinocho’, para que la niña aprenda a leer.

Esfuerzo en familia

Todos los hijos de Carmen García, de 64 años y habitante de San Marcos, Carazo, son mayores de edad, pero ella siente el deber de velar por dos de sus nietos, que están en primer y sexto grado de primaria. Relata con pesar que “mi hijo gastó 3000 córdobas (su pago de una quincena en la empresa de zona franca para la que trabaja) para comprarles una parte de sus cuadernos”.

Por suerte, a la mamá le regalaron una mochila con cuadernos, útiles y una tablet, porque el niño es buen alumno, pero de todos modos, hubo que comprar dos camisas y una falda para la niña, más sus cuadernos y resto de útiles escolares, así como dos camisas y un pantalón para el niño, “pero no zapatos, porque los que tiene todavía están buenos”.

Carmen sabe que los niños no son su obligación, pero ayuda a sus nietos cuando puede, como parte de un esfuerzo familiar del que también participa la madrina, que envió zapatos deportivos para educación física; además de un tío y una tía —ambos fuera de Nicaragua— que también ayudaron a “alistar” a los niños.

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Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

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