30 de marzo 2022
AA
El constante asedio policial y el temor a ser nuevamente encarcelado por el régimen Ortega-Murillo, sumado a las súplicas de su madre, que le pedía que se fuera del país antes que eso ocurriera, motivaron al excarcelado político Marlon Castellón Ubilla a salir de Nicaragua, junto a 12 de sus familiares, para buscar asilo en Estados Unidos.
Marlon salió de Nicaragua el 17 de febrero pasado. En el grupo que viajó con él iba su esposa y su hija de 7 años. También lo acompañan dos de sus hermanas, que llevan a cargo menores de 3 y 5 meses de edad, y otros seis parientes en edades de entre 11 y 55 años.
Un integrante de la familia Castellón Ubilla, que aún sigue en Nicaragua y pidió el anonimato, explicó a CONFIDENCIAL que el grupo salió del país de forma irregular, por puntos ciegos, hasta llegar a Honduras, donde consiguieron “trabajitos temporales” para juntar más dinero y seguir su camino a EE. UU.
“En Honduras estuvieron una semana. Alquilaron un cuartito por 1000 lempiras (unos 1465 córdobas) y consiguieron unos trabajitos que les ayudaron a juntar más dinero para continuar, porque ellos como grupo llevaban un poco más de 500 dólares”, detalló.
Indicó que cuando cruzaron por Guatemala tuvieron que dormir en el suelo, les robaron cerca de 200 dólares y un celular, pero lograron salir de ese país en cerca de 24 horas, tomando buses y pidiendo raid hasta cruzar la frontera entre el territorio guatemalteco y mexicano.
“Lo más difícil para ellos fue cruzar todo México. En ese país estuvieron más de 20 días, fue trabajar duro, pasar peligros, pero lograron llegar a la frontera estadounidense”, afirmó.
Detalló que en México sus parientes estuvieron 15 días trabajando en Tapachula “de lo que les salía”, alquilaron una “casita” por 4000 pesos mexicanos (unos 7200 córdobas), en la que dormían en el piso, y luego, tras juntar dinero para seguir el viaje, salieron hacia Piedras Negras, Coahuila.
Miembros de la familia Castellón Ubilla durmiendo en el piso durante su travesía por Tapachula, México. Foto: Cortesía.
“Para llegar a Piedras Negras tuvieron que viajar por tres días y tres noches. El viaje es peligroso en todo México, para poder seguir tuvieron incluso que pagar coimas, que van desde los 500 pesos mexicanos, a policías de ese país”, indicó.
Explicó que luego que el grupo llegó a Piedras Negras durmieron una noche cerca del Río Bravo y cruzaron el pasado 27 de marzo, con la intención de entregarse a las autoridades de Migración de Estados Unidos en el puesto fronterizo de El Paso, Texas.
“Desde que se entregaron no sabemos nada de ellos. Esperamos que las autoridades de ese país los apoyen porque aquí todos son perseguidos por el régimen”, apuntó.
Constante persecución contra la familia Castellón Ubilla
La familia Castellón Ubilla ha sido víctima desde 2018 de la persecución del régimen Ortega-Murillo. En agosto de 2018, en el contexto de las protestas sociales, tres de sus miembros, entre ellos los hermanos Marlon y Marvin Castellón Ubilla, además de su padre, fueron encarcelados.
En diciembre de 2019, Marlon, Marvin y su padre fueron excarcelados bajo el régimen de convivencia familiar. Sin embargo, meses después ambos hermanos fueron nuevamente encarcelados.
La segunda detención contra Marlon fue el 19 de marzo de 2021, señalado del supuesto robo de un celular, pero nuevamente fue excarcelado el 15 de diciembre de ese mismo año. Sin embargo, su hermano Marvin sigue preso en las celdas del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como La Modelo.
El Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos (GREX) denunció que Marlon Castellón Ubilla, luego de ser excarcelado, sufrió “una serie de amenazas contra su vida y su integridad personal”.
El pariente de Marlon explicó a CONFIDENCIAL que el exreo de conciencia, desde la segunda excarcelación, no tuvo paz: sufrió asedio policial en las afueras de su vivienda, lo fotografiaban constantemente, perseguían a los familiares que lo llegaban a visitar, en varias ocasiones lo amenazaron a él y a su familia, no lo dejaban trabajar, y, lo último que terminó por hacerlo irse, fue que le advirtieron a su madre que lo iban a volver a encarcelar.
"Su madre (Martha Ubilla) le suplicó que se fuera, que aunque ella se quedara sola con el otro hijo preso, que se fuera, porque con uno es demasiado, es duro, y que no lo quería volver a ver preso”, relató.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el 13 de febrero de 2022, otorgó medidas cautelares a favor Martha del Socorro Ubilla, y sus hijos Marlon y Marvin, por considerar que dicha familia se encuentra en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos.
CONFIDENCIAL conoció que la vivienda de Marlon, pese a que quienes lo vigilan saben que salió del país, sigue asediada por policías y paramilitares. El pariente explicó que la madre del excarcelado político continúa en Nicaragua y sigue sufriendo el asedio, porque “continúa visitando a su otro hijo preso”.
El GREX pidió a las autoridades de Migración, organizaciones estadounidenses, amigos de la diáspora en EE. UU. que “ayuden y hagan las gestiones necesarias” para que el excarcelado político y su familia que busca asilo no sean deportados a Nicaragua.
