27 de marzo 2022
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La Academia está desesperada por mejorar los ratings de la ceremonia del Óscar, y en el proceso, toma las peores decisiones de su historia. Tratando de mantener el show en tres horas de duración, expulsó de la transmisión en vivo a cinco categorías técnicas. “¡Magnífico!”, me dijo un amigo que rutinariamente se queda dormido viendo el show. El problema es que en su afán por entretener a una audiencia elusiva, está traicionando su naturaleza, a sus miembros, y a su audiencia más fiel.
Para bien y para mal, la entrega del Óscar es un hito en nuestra educación cinéfila. Es quizás el primer atisbo que tenemos a la complejidad del ejercicio del séptimo arte. Y a pesar de su insularidad, nos abre la mente a todo el mundo. En Nicaragua nunca se presentó una película de Satyajit Ray, pero mi introducción a este gigante del cine de la India fue la entrega del premio honorario que recibió en su lecho de muerte en 1992. Ese es el tipo de segmento que ahora quedará relegado, para hacerle lugar a sketches cómicos de dudosa calidad.
Los ratings han bajado progresivamente, pero no es el Óscar el que agoniza, sino todo el medio televisivo, transformándose ante nuestros ojos por la influencia del internet. En lugar de abrazar su esencia, la Academia inventa ridículas dinámicas de participación en redes sociales –¡vote por el #OscarFanFavorite en Twitter!– . Es un espectáculo patético, como ver a un padre de mediana edad tratando de actuar como amiguito de sus hijos adolescentes.
Nada de eso atraerá a los milenial y posmilenial. Ni a los acólitos de Marvel, que cada año hacen campaña para que uno de sus productos sea nominado a Mejor Película. Mi amigo dormilón igual estará roncando antes del primer número musical. En la búsqueda de relevancia, medida en menciones en Instagram, se están olvidando de celebrar el cine, y las personas que trabajan haciéndolo.
Y es una pena, porque este fue un buen año. Aquí les comparto mis predicciones sobre quién se llevará las estatuillas este domingo 27 de marzo, en el Dolby Theatre de la ciudad de Los Ángeles.
Mejor Película
Las diez nominadas a Mejor Película son una muestra fehaciente de que este fue un buen año para el cine. Con “West Side Story”, uno de nuestros maestros contemporáneos nos da el poderoso musical que sabíamos qué podía hacer. “The Power of the Dog” es un ‘western’ revisionista de profundidad psicológica. La brillante película japonesa “Drive My Car” rompe la insularidad de Hollywood, cruzando a Haruki Murakami con Anton Chekhov. Yo estaría satisfecho si cualquiera de ellas se lleva el premio, pero todo apunta a que la favorita sentimental es “CODA”, modesta producción independiente sobre una muchacha que sueña con ser cantante, para contrariedad de su familia de sordos. Por lo menos, es mejor que la insulsa “Belfast”.
Mejor Director
Hablando de “Belfast”, no tengo idea de qué demonios hace Kenneth Branagh en esta terna, tomando el lugar que merecía Rebeca Hall por “Passing”. Jane Campion es la favorita después de haberse llevado el premio del Sindicato de Directores por “The Power of the Dog”. Han pasado 28 años desde que recibió su primera nominación “El Piano” (1994) –perdió ante Steven Spielberg, con “Schlinder’s List”–. No me molestaría que Campion repitiera, pero lo que hizo Spielberg reintentando “West Side Story” fue simplemente mágico.
Mejor Actriz
Después de ganar el premio del Sindicato de Actores, Jessica Chastain tienen ‘momentum’ a su favor por “The Eyes of Tammy Faye”. Ciertamente, su interpretación de la estrafalaria predicadora televisiva acarrea ‘más’ actuación. Las otras actrices interpretando personajes reales, Nicole Kidman (Lucille Ball en “Being the Ricardos”), y Kirsten Stewart (Lady Di en “Spencer”), se cancelarán mutuamente. Solo un milagro podrá hacer que mi favorita, Penélope Cruz por “Madres Paralelas”, se lleve el premio. Olivia Colman es excelente, pero su personaje en “The Lost Daughter” desafía la simpatía del público a cada paso.
Mejor Actor
Ninguna actuación caló más hondo que la de Benedict Cumberbatch como el vaquero reprimido en “The Power of the Dog”. Repelente, vulnerable y trágico, ofrece un complejo retrato de masculinidad tóxica como construcción social, el disfraz que un individuo usa para ocultar su verdadero ser. Los otros nominados tienen sus virtudes, pero aquí no hay competencia.
Mejor Actriz de Reparto
Aquí tampoco hay competencia. Ariana DeBose es incandescente, reinventando ante nuestros ojos a la icónica Anita de “West Side Story”. Puntos extra por hacerlo sin amilanarse frente a la insigne Rita Moreno, que originó el personaje en la primera versión fílmica del clásico musical de Broadway. Mis respetos a Jessie Buckley (The Lost Daughter), Kirsten Dunst (The Power of the Dog) y Aunjanue Ellis (King Richard). Judy Dench es un tesoro viviente, pero su papel en “Belfast” es una nada.
Mejor Actor de Reparto
Puede montarse un buen argumento a favor de Lodi Smith-Mapee, como el silencioso justiciero de “The Poder of The Dog”, pero los votos a su favor se diluyen por competir en la misma terna con su compañero de reparto, Jesé Plenos.
La mejor historia le pertenece a Troy Costar, el actor sordo que interpreta al padre de la protagonista de “CODA”. Ayuda que el personaje sea encantador, y que marca la pauta en el clímax emocional de la película. Además, es el único miembro del reparto nominado. “CODA” ganó el premio a Mejor Reparto del Sindicato de Actores, apuntando a un apoyo importante de esa rama de miembros de la Academia, que ahora solo tienen un canal para encausar su amor.
Mejor Filme Animado
Quisiera decirles que el premio va para “Flee”. El extraordinario documental en dibujos animados, sobre las memorias de un refugiado viajando de Afganistán a Europa, es un poderoso testimonio de resiliencia. Sin embargo, al competir también en las categorías de Documental y Filme Extranjero, puede diluir sus votos en tres vías. Eso deja el camino abierto a “Encanto”, cuya tracción se potencia gracias a la popularidad de su banda sonora.
Mejor Película Internacional
No hay películas de habla hispana en la terna. La historia sería diferente si España hubiera sometido como candidata a “Madres Paralelas”, que por sí sola conquistó espacio en otras tres categorías. Entre las cinco nominadas, quedamos en un mano a mano entre la japonesa “Drive My Car” y la noruega “The Worst Person in the World”. Ambas son notables, pero la épica emocional de Ryusuke Hamaguchi tiene mayor alcance. Y es su segunda gran película de 2022. Este año, también estrenó “Wheel of Fantasy and Fortune”, que bien podría competir aquí.
Todos los demás:
Mejor Documental: “Summer of Soul (O…When the Revolution Could Not Be Televised)”, Ahmir “Questlove” Thompson.
Mejor Edición: “The Power of the Dog”, Peter Sciberras.
Mejor Fotografía: “West Side Story”, Janusz Kaminski.
Mejor Guion Original: “Licorice Pizza”, Paul Thomas Anderson.
Mejor Guion Adaptado: “Drive My Car”, Ryusuke Hamaguchi y Takamasa Oe, basado en una historia de Haruki Murakami (“Drive My Car”, incluida en el libro de cuentos “Men without Women”.
Mejor Diseño de Producción: “Nightmare Alley”, Tamara Deverell y Shane Vieau.
Mejor Maquillaje: “Dune”.
Mejor Vestuario: “Dune”.
Mejor Sonido: “West Side Story”.
Mejor Música: “The Power of the Dog”, Jonny Greenwood.
Mejor Canción Original: “Dos Oruguitas” de “Encanto”.
Mejores Efectos Especiales: “Dune”.
Mejor Cortometraje Animado: “Bestia”, Hugo Covarrubias y Tevo Díaz (Chile).
Mejor Cortometraje Documental: “When We Were Bullies”, Jay Rosenblatt.
Mejor Cortometraje de Ficción: “The Long Goodbye”, Aneil Karia y Riz Ahmed.
